La situación de Chelsea es crítica. El club continúa a la venta y aún no se ha concretado el cambio de propiedad. Las sanciones del Gobierno de Reino Unido impiden a los Blues firmar contratos y los temores crecen de cara al cierre de la temporada. La idea de una fuga masiva inquieta seriamente a la entidad londinense.

Roman Abramovich ha sido fuertemente sancionado por el Gobierno de Reino Unido a raíz de la guerra en Ucrania. Vale recordar que el magnate ruso mantiene una estrecha relación con Vladimir Putin, por lo que las autoridades británicas han sido severas. Por esto se ha visto obligado a vender las acciones del club.

Chelsea se ha visto salpicado por las sanciones de su dueño y el club tiene prohibida la firma de contratos. Esto estaría detonando las salidas de Antonio Rüdiger y Andreas Christensen, quienes vencen sus contratos y el club no puede ofrecer una renovación.

Tensión en el vestuario

Según informa The Times, empieza a crecer la preocupación en el vestuario de Chelsea a pocas semanas del final de la temporada. Los jugadores sienten que la situación seguirá perjudicando al club y son varios los que se estarían replanteando su futuro.

De momento, la continuidad de Thomas Tuchel no parece estar en riesgo. Sin embargo, si la situación no se resuelve, una fuga de jugadores puede poner en serios aprietos a los Blues, quienes no tendrían permitido fichar para compensar las posibles bajas.