El parque de diversiones más grande y popular del mundo se transformará, en cuestión de días, en la capital mundial del baloncesto. En casi 100 kilómetros cuadrados se agruparán 22 de las 30 franquicias de la NBA, en un fin de temporada que promete ser tan extraordinario como extraño. 

 

Lo que comenzó siendo una idea tomada a la ligera por algunos y hasta en broma por otros, finalmente tomó sentido y, Disney World, alojará a los equipos en una gran burbuja privada. Con ESPN, uno de los mayores socios de la liga, como propiedad de Disney, y el consentimiento de los jugadores, el plan no puede ser mejor. 

Con una capacidad hotelera brutal, el Coronado Springs Resort fue el elegido como base de la comitiva NBA, quienes ya preparan las más de 2.000 habitaciones disponibles. LeBron James y Kawhi Leonard, los emblemas de los equipos de Los Ángeles, se cruzarán sin problemas en los pasillos del hotel de lujo.

Lógicamente, los jugadores también tendrán espacios de esparcimientos. Disney es capital de entretenimiento, por lo que eso no faltará, pero además podrán jugar al golf, al tenis, o elegir un restaurante a gusto. Los equipos no sólo se asegurarán tener a los jugadores en un sitio, algo que no pasaba en Las Vegas, sino también con las cabezas despejadas cuando sea necesario. 

 

 

En cuanto a lo deportivo, el Wide World of Sports de ESPN ya tiene preparadas tres canchas para los juegos, con todos los equipos de transmisión incluidos, aunque en principio se utilizarían dos en simultáneo, dejando otra libre para entrenamientos. Incluso los periodistas seleccionados integrarán la burbuja, sin dejar huecos por rellenar. 

La transmisión de los partidos es un detalle que tampoco se dejó librado al azar. Se especula que habrá durante todo el día, desde las 12:00 del mediodía de la Costa Este, hasta las 22:30. En playoffs, claro, los encuentros serán de noche. El plan es maestro: bienvenidos a Disney World.