Desde su llegada a la NFL, unas de las cosas que más impresionado acerca de Tom Brady es su habilidad para tomar decisiones, así como su inteligencia para leer las distintas situaciones de juego.

En este sentido, siempre se comentó que tanto él como Peyton Manning serían excelentes entrenadores en jefe o, al menos coordinadores ofensivos, y se especuló que este podría ser su próximo paso en el mundo del deporte.

Es por eso que, en el marco de la pretemporada de los New England Patriots, a Brady le preguntaron si estaba interesado en seguir la ruta que impuso Mike Vrabel y convertirse en entrenador algún día:

“No. Ni loco. NUNCA voy a ser entrenador, jugar es suficiente para mí”, declaró Brady de forma contundente ante la mirada atónita de los reporteros, que esperaban quizás una respuesta más esquiva o política.

Es bien sabido que Brady planea jugar hasta que tenga – al menos – 45 años y parece que una vez concluya su carrera, se dedicará a algún otro emprendimiento alejado de los emparrillados de fútbol americano.

Igualmente, será difícil ver a Bill Belichick cederle la batuta de los Patriots a cualquiera en el futuro cercano, incluyendo a su pupilo estrella y 6 veces campeón del Superbowl.