Los lamentables accidentes de tránsito en ecuador han sido fatales para más de un jugador de fútbol. Esta semana Robert Burbano de Emelec fue parte de uno. Ventajosamente no se lamentó una pérdida.
Estos terribles incidentes han perseguido a futbolistas del país de la Mitad del Mundo. El primer caso muy sonado fue el de Carlitos Muñoz, prometedor talento del Barcelona Sporting Club que manejaba hacia la playa un 23 de Diciembre del año 1993 y perdió la vida por un lamentable accidente.
Otilino Tenorio, ex delantero de Emelec y El Nacional, que tenía un festejo muy particular con la máscara del Hombre Araña, perdió la vida el 7 de Mayo de 2005 entre Quevedo y Santo Domingo de los Tsáchilas. Álex Bolaños, actual jugador del Olimpo de Argentina, provocó un accidente el 22 de Septiembre de 2008. El incidente provocó la muerte de una persona y el ex BSC tuvo que enfrentarse a la justicia y pagar la condena de un año en prisión.
Freddy Olivo, volante actual del Manta FC, jugaba en 2013 por Barcelona Sc, provocó un accidente el 24 de Marzo de 2013, en aquel choque también hubo una persona fallecida y tres heridos de gravedad. Francisco Rojas, hermano de Joao, seleccionado ecuatoriano, sufrió un accidente en Noviembre del año anterior. El futbolista en ese entonces había sido separado de Deportivo Quito y se encontraba sin equipo, su vehículo quedó totalmente destruído, y en el 2015, cuando volvió a intentar jugar, el cuerpo médico de Liga, a quien pertenecían sus derechos, aconsejó que el futbolista no vuelva a jugar su deporte, los daños fueron muy graves y su cara quedó tan desfigurada que no era reconocible.
Robert Burbano, actual jugador de Emelec, fue el caso más reciente. Esta semana tuvo un choque en Milagro, y “de milagro” es que se salvó. Aún los médicos no dictaminan el daño final que tendrá Burbano, hijo de un gran futbolista que llevaba el mismo nombre, sí se asegura que está fuera de peligro, pero no se conoce si podrá seguir jugando. Tiene apenas 20 años de vida.
+ En uno de los festejos más originales de los mundiales, se hacía homenaje al gran Otilino