Jonas Gonçalves llegó a la selección brasileña tras marcar 23 goles en el transcurso del 2016 con Benfica, números que entre los jugadores que disputarán la Copa América sólo superan Luis Suárez y Lionel Messi.
Pese a que reunió los méritos suficientes, la convocatoria del delantero de Las Águilas Guerreras por parte de Dunga no fue más que una casualidad, producto de la lesión de Ricardo Oliveira. Suele suceder que, cuando se procede a un reemplazo de urgencia, el nuevo futbolista que se integra a la plantilla esté algunos escalones por debajo en el rendimiento que el desafectado, aunque en el caso de Jonas, a los ojos de todos excepto del entrenador brasileño, parece ser el hombre más peligroso que tendrá Brasil en ofensiva.
El delantero de 32 años, y por eso suena raro hablar de revelación, tuvo una temporada soñada en Benfica, equipo con el que se consagró campeón de la Primeira Liga de Portugal y accedió a los cuartos de final de la Champions League, donde fue eliminado por Bayern Munich en una serie muy cerrada.
Y a título personal, Jonas llegó a la concentración del Scratch en Los Ángeles habiendo marcado 23 goles en el transcurso del 2016, números que, entre los futbolistas que disputarán la Copa América Centenario, sólo superan Luis Suárez, con 34, y Lionel Messi, con 29.
Sin Neymar y sin Douglas Costa, dos de las figuras más taquilleras que tiene la selección de Brasil, el goleador tiene una gran oportunidad para alzarse, ya en el ocaso de su carrera, como la gran figura de un equipo que necesita de un título para comenzar a cerrar heridas del pasado reciente. ¿Podrá?
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