Cuando parecía un empate sin gritos, Romero estampó un zurdazo para que Racing logre el 1-0 ante Argentinos en el Cilindro.
El pasado domingo, la Academia había perdido toda chance real de ser bicampeón del fútbol argentino: el gol agónico de San Lorenzo significó derrota y adiós en el torneo local. Pese a que las miradas están en la Copa Argentina, los de Diego Cocca querían ganarle a un pálido Argentinos.
Falsas esperanzas generó el electrizante comienzo del encuentro, que de los pies de Gustavo Bou casi abre el marcador en el primer par de minutos. Todo era celeste y blanco, menos la ventaja en el marcador. El cotejo del Cilindro se fue al entretiempo sin gritos.
Sin reacción pese a los ingresos de Acuña y Pavone, Racing no podía ante el Bicho en su cancha. Mismo recurso utilizaba Néstor Girosito, y también sin eficacia. Lo más destacado por parte de la visitaba no tuvo nada de rescatable: Franzoia se fue expulsado por una patada desde atrás a Aued a los 19′ del segundo tiempo.
Carente de ideas y antecedentes, Argentinos igualmente tuvo la victoria en los últimos minutos: Lautaro Rinaldo remató un rebote desde el borde del área pero Sebastián Saja voló para enviarla al córner.
Sin embargo, la clave fueron las últimas jugadas de Óscar Romero: avisó con un cabezazo que desvió Gabbarini al travesaño; concretó con un zurdazo bárbaro para poner el 1-0, que parecía nunca llegar.
Racing, lejos de la punta pero con chances matemáticas, festejó de la mano de sus hinchas una siempre bienvenida victoria sobre el final.
+ El gol de Romero:
[calipso id=”0_46egva5i” site=”bv”]