Restan detalles, pero cada vez está más cerca de concretarse el proyecto de que la Copa reúna a selecciones de toda América y se dispute cada cuatro años en tierras estadounidenses.
Directivos de Concacaf hicieron el adelanto ilusionados, sus pares de la Conmebol lo recibieron con recelo; pero lo cierto es que en el mundo del fútbol, aunque intentemos negarnos a la idea, el negocio va primero y son muchos los que encontrarán grandes beneficios en establecer a Estados Unidos como sede permanente de una Copa América más plural, que reunirá a selecciones de todo el continente.
“Sólo faltan unos detallitos, muy poquito”, aseguró a ESPN un vocero de la Concacaf, y agregó que “Conmebol pidió dar su respuesta después del torneo, pero estamos convencidos de que se aprobará”.
Entre los aspectos que favorecen a la organización permanente de la competición por parte de los Estados Unidos, el referido vocero enumeró “los estadios, la seguridad, las comunicaciones, los accesos, la flexibilidad de los trámites migratorios”. Aunque pareciera haber desatendido a los errores que ha tenido en la presente Copa América la organización, íntimamente ligados al desconocimiento de las selecciones participantes.
La mayor complicación, según reconoció el vocero, será el sentimiento de despojo de muchos aficionados sudamericanos que se negarán a la idea de ya no poder recibir en su país la competencia. Pero a la hora de los negocios, poco parece importar la voz del pueblo.
+El error que generó el repudio de la Federación Uruguaya
+A Bolivia le pusieron la bandera del revés