Todavía son muchos los que no pueden creer que Antony Joshua haya mordido el polvo ante un rival que era un verdadero desconocido para buena parte de los fanáticos del pugilismo a nivel mundial.
Quien logró la hazaña fue Andy Ruíz, nacido en California pero mexicano por elección, quien se impuso por nocaut técnico en el séptimo asalto y se adjudicó los cinturones de la FIB, la AMB y la OMB de peso completo.
La gesta del mexicano fue histórica porque se convirtió en el primer boxeador de ese país en coronarse en la categoría de los pesados.
Ruíz, además, no iba a ser el rival de Joshua, sino que le tocó reemplazar a Jarrel Miller, con quien se había pactado originalmente el combate, debido a los problemas de dopaje de este.
Ruiz, que dio 121,5 kilos en el pesaje, no tuvo piedad con Anthony. Tras un comienzo de estudio, en el tercer round empezó a entregar lo mejor, haciendo gala de sus golpes. Tiró cuatro veces al inglés a la lona y se consagró campeón
"Por esto he estado soñando y he trabajado tan duro. No me puedo creer que haya hecho mis sueños realidad. El cielo es el límite", expresó tras el combate.