La NFL está plagada de buenos receptores, pero solo algunos son lo suficientemente buenos como para dejar una marca en la liga.
Tal es el caso de Julio Jones, que juega para los Atlanta Falcons desde 2011 y quien recibió los elogios del entrenador de los Arizona Cardinals, Kliff Kingsbury.
Esta semana, el jugador no estuvo en la práctica del miércoles por un dolor en su cadera, lo que disparó los comentarios de su próximo rival.
“Es simplemente dominante”, dijo Kingsbury. “Es uno de los mejores receptores en la liga actualmente y terminará siendo uno de los más grandes de todos los tiempos”.
Viniendo del entrenador de los Cardinals, el comentario no es menor, ya que él tiene la chance de ver a uno de los más grandes en esa posición todos los días en el campo de prácticas: Larry Fitzgerald.
Si no jugara, sería un alivio para Kingsbury, ya que su defensiva secundaria ha tenido serios problemas para marcar y no tiene una muy buena perspectiva ante Jones.
“Han hecho todo para marcarlo, de a dos, de a tres y, aun así, el sale, hace esas jugadas y atrapa los pases, lo que me parece fenomenal”, agregó.
En lo que va de 2019, el receptor de Atlanta tiene 26 recepciones para 359 yardas y cuatro anotaciones.