Miguel Herrera se despide del Tri, con un Mundial, Copa América y Copa de Oro como protagonista. La Selección Mexicana, bajo las órdenes del “Piojo” por 647 días. Victorias, escandalosos, locuras, y más.

La turbia esencia del cargo como entrenador del Tri, después de la agónica clasificación al repechaje hacia la Copa del Mundo 2014, exigía una figura capaz de llevar tamaña responsabilidad, un cargo en el que un día estás y al otro no -como así dicen los 12 técnicos que han pasado desde ’99. Miguel Herrera encajaba en todo: personalidad contestataria en simultáneo de su gran momento con el América, campeón del Clausura 2013.

Contra los All White en el repechaje venció con holgura; 9-3 el resultado global y dos victorias seguidas, las mismas que había conseguido México en todo el Hexagonal Final de las Eliminatorias. Quebró todos los pronósticos y continuó hasta el Mundial 2014, donde volvió a ilusionar a todo un país con el empate ante Brasil y la goleada ante Croacia. Sus locuras, festejos y pésimo perfil fotogénico lo hicieron uno de los tantos atractivos de Brasil; la polémica eliminación ante Holanda a manos del gran actor Robben lo hizo aún más popular en la derrota.

Un nuevo año calendario empezaba y la Copa de Oro era el objetivo, resegada tal vez por la Copa América. En junio quedó con el Tri afuera en primer ronda con un equipo suplente, la gran excusa no dicha para tal “fracaso” como determinó él mismo. Lo importante era el certamen de Estados Unidos, un título lo habilitaba -para él- a seguir hasta su gran objetivo -Rusia 2018.

Herrera sí consiguió la Copa de Oro, pero a días del campeonato fue despedido. Ni la gran final ante Jamaica pudo camuflar la posibilidad de que su seleccionado pudo haber quedado eliminado ante Costa Rica y Panamá de no ser por la ayuda arbitral.

Sin embargo, los resultados no fueron los que lo alejaron del Tri: la efervescencia con la prensa fue en constante aumento en el último mes. Pero el vergonzoso altercado con el comentarista Christian Martinoli, pública disputa que empezó como verbal después de Chile 2015, dejó a la Federación Mexicana con la obligación de hacerr a un lado al políticamente incorrecto “Piojo” Herrera.

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Su excentricidad, que tanta popularidad le valió, hoy fue su boleto de despedida de la Selección Mexicana, sumada a las malas actuaciones que no puedo ocultar el último título. “Les guste o no, aquí estaré hasta Rusia 2018”, dijo alguna vez Miguel Herrera. Ha tres años de la próxima Copa del Mundo, Decio de María, presidente de la Federación, le puso punto final a la carrera de seleccionador del “Piojo”.

+ La Selección Mexicana, al mando del “Piojo” Herrera: