El Draft suele ser la mayor esperanza para aquellos jugadores que se mostraron elegible para el mismo, sin embargo, no es la única posibilidad de ingresar a la liga.

Lamar Jackson escuchó pasar 256 nombres entre el jueves y el sábado, pero ninguno fue el suyo. Seguramente se habrá sentido mal, hasta que logró asegurarse un contrato.

New York Jets apostó por el esquinero formado en losHuskersde Nebraska y lo firmó como agente libre, en una apuesta más que inteligente para la franquicia.

Jackson no es cualquier jugador, y de hecho sorprende que nadie lo haya elegido, ya que supo seruna selección del segundo equipoAll-Big Ten.

El esquinero terminó su última temporada con 40tacklestotales, tres intercepciones, 12 rupturas de pases y dos balones sueltos forzados.