La derrota de Boca en La Bombonera ante Atlético Tucumán, que venía de ser goleado por Unión, fue un verdadero mazazo.
El equipo Xeneize estaba ilusionado con poder ganar el partido que tenía pendiente por la Superliga y poder descontar a siete la diferencia de puntos que lo separa de los líderes Racing y Defensa y Justicia.
Consultado sobre la preocupación que podría haberle generado el rendimiento de sus dirigidos en el duelo ante los tucumanos, Gustavo Alfaro se despachó con una respuesta un tanto curiosa que podría pasarle rápida factura.
“Siempre estoy preocupado y ocupado. Más allá de las victorias hay cosas que hay que corregir. Sé que acá no hay margen de error. Un empate te condiciona o te saca, una derrota más todavía”, expresó el DT.
Alfaro reconoció además que lo que más complicó a Boca fueron los pelotazos largos y cruzados que jugó todo el tiempo Atlético Tucumán para sus delanteros, dejando en evidencia que tampoco al sistema defensivo, uno de sus fuertes, le encontró la vuelta.