A lo largo de su extensa carrera futbolística, Pablo Pérez se caracterizó por ser un talentoso volante que incluso cuenta con llegada al gol. Pero también por sus permanentes reacciones e imprudencias.
Como consecuencia de este cóctel, el hombre surgido de las divisiones inferiores de Newell’s Old Boys de Rosario debió marcharse de Boca Juniors luego de la final perdida ante RiverPlate en la Copa Libertadores.
Su destino fue otro grande de Argentina: Independiente. El conjunto comandado tácticamente por Ariel Holan se interesó en sus servicios y no le importó demasiado la mala conducta del futbolista.
Pero hoy, en el marco de la decimonovena fecha de la Superliga Argentina de Primera División, Pablo Pérez ofreció su primera locura con la camiseta de Independiente. Y, por supuesto, se fue expulsado.
Antes de que finalice la primera parte en la visita a San Martín de San Juan, el volante del conjunto visitante reaccionó de muy mala forma, tiró una patada desde el piso y fue justamente echado por el árbitro.