El argentino deslumbró en el triunfo sobre Cruz Azul y fue clave en la recuperación de su equipo luego de los traspiés ante Herediano y Veracruz. Para el aplauso.

América de México había atravesado dos tragos amargos cuyos nombres propios fueron Herediano y Veracruz. Por ello, el equipo capitalino debía recuperarse rápidamente y no había mejor momento para hacerlo que en el picante juego ante Cruz Azul.

Y el objetivo se consiguió. Pero, claro está, no fue nada fácil. Para ello debió contar con un futbolista que se puso dos trajes distintos: el del sacrificio y el de la creación. Hablamos de Rubens Sambueza, que corrió todo el partido y elaboró la asistencia para el gol de Oribe Peralta.

Sambueza llegó a América en 2012 y lleva jugados 107 partidos oficiales.

“Se había visto en los partidos anteriores, donde no corríamos todos al parejo, corríamos mal, muy desordenados. Hoy hicimos todo lo contrario, fue un equipo que se entregó, que peleó por la pelota. Corrimos todos y ganamos un importante partido. Fuimos contundentes y retomamos un poco la confianza”, expresó Sambueza luego del mencionado triunfo.

“Era necesario ganar después de todo lo que se había hablado de las derrotas dolorosas, tanto en Concachampions como en el torneo local. Este es un grupo y todos tiramos para el mismo lado. Cuando las cosas van mal siempre se habla de problemas internos y esas cosas me parece que no están bien, porque internamente en el grupo estamos bien”, completó Sambueza, el alma de América.