Las diferencias culturas de Estados Unidos y México se unen en una misma pasión al norte de Baja California: Xolos. KICK viajó hasta allí y demostró que no existe frontera que divida al fútbol.
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“Visitar ocho países y compartir nueve historias únicas”, es la consigna de la nueva serie de KICK, donde cuatro amigos recorrerán América Latina por la pasión que nos une a todos: el fútbol.
¿Por qué un ciudadano de la tranquila San Diego cruzaría dos veces por mes a la “peligrosa” Tijuana para los extraños? Para ver los partidos de local de Xolos en el Estadio Caliente.
Por día, alrededor de 300 mil personas cruzan la frontera
En tiempos que al problema de fronteras se les quiere poner un muro, Tijuana y San Diego convergen culturalmente a través de un puente de seis metros. Para los estadounidenses, las camisetas de fútbol americano y las gorras de béisbol se transforman se unen en dos colores al cruzar el límite: el rojo y negro de los Xolos.
Desde su fundación hace nueve años, el club mexicano ha crecido a pasos agigantados y ha sido casa para amigos y extraños: campeón del Apertura 2012, semifinalista de la Concachampions 2013-14 y llegó hasta cuartos en la Libertadores 2013. Pero los hinchas de allí no siguen el rojinegro por sus éxitos.
En la quinta ciudad más peligrosa de México, en la siempre caliente frontera que separa a los países norteamericanos, el inglés y el español se unen en un mismo idioma. Para comer tacos, alentar por los Xolos y formar parte de una familia de miles no hace falta hablar la misma lengua.