Cuando ya casi terminaba el partido, Myles Garrett protagonizó uno de los hechos más bochornosos de la historia de la NFL en el choque de jueves por la noche entre Cleveland Browns y Pittsburgh Steelers.
Y es que, con el reloj expirando, Garrett se abalanzó sobre la humanidad de Mason Rudolph, le arrebató el casco y empezó a golpearlo con este, ocasionando una batalla campal que terminó con muchos jugadores implicados.
En este sentido, Todd Gurley, Dez Bryant, Patrick Mahomes y Reggie Bush, entre muchas otras personalidades de la liga, se pronunciaron en repudio a lo que había hecho Garrett, pidiendo su expulsión y señalándolo por el peligro de sus acciones.
El defensa de los Browns ha sido suspendido sin paga indefinidamente por sus acciones en contra de Rudolph, a quien habría podido lesionar de mucha gravedad a la vehemencia de los cascazos que le propinó.
Los Browns obtuvieron el triunfo 21-7 ante sus rivales divisionales, pero perdieron a uno de sus jugadores más importantes a la defensiva, cuya carrera bien podría haber llegado a su fin tras esto.