Tras haber demostrado un gran presente bajo los tres postes de la portería del América,Guillermo Ochoa llegaba al Mundial de Sudáfrica 2010 con todos los números para ser el titular de la Selección de México. Sin embargo, Javier Aguirre tenía una sorpresa preparada en aquella concentración que no fue muy bien tomada por los fanáticos aztecas.
Para el debut ante los locales, Memo quedó relegado al banco de suplentes y el Vasco optó por la experiencia. Fue Óscar Pérez el elegido para ordenar a toda la defensa del Tri y llevarle tranquilidad a los más jóvenes, y también a los debutantes, que iban a salir al campo de juego del Estadio Soccer City de la ciudad de Johannesburgo aquel 11de junio.
Hace unos meses, precisamente una década después, el Conejo dialogó con el reportero Eugenio Díaz y reveló detalles inéditos sobre la decisión que tomó el director técnico. Sabía que se le estaba jugando escogiéndolo por encima del canterano de las Águilas y se lo hizo saber, a su reconocida manera,en la previa del partido ante Sudáfrica.
“La última semana para empezar el Mundial, yo ya tenía ese nervio, de a lo mejor poder empezar pero Javier no nos decía nada. Ya íbamos al estadio y me dijo ‘a ver, cabrón, no la puedes cagar, la cagas y ni tú ni yo regresamos a México’ por toda la presión que había generado la decisión que había tomado”, ventiló el ahora entrenador de guardametas en Cruz Azul.
Pérez sabía las condiciones y el apoyo que tenía Ochoa para ser titular pero también tenía la banca del Vasco: “Sabía que era un reto importante. Me aislé de todo. Veía Internet, veía todo lo que hablaban y decían. Los patrocinadores, todo era para Memo, y de alguna manera yo no me desgastaba. Eso me permitió descansar, concentrarme, yo sabía que lo quería Javier y en qué quería que yo ayudara”.