Renato Ibarra quedó en libertad luego de que no se pueda asociar su persona a los delitos de tentativa de feminicidio y aborto. La pruebas de Lucely Chalá, su esposa, no sustentaban esas acusaciones según uno de sus abogados (Guillermo Barradas).
Si bien quedó en libertad, deberá cumplir con ciertas obligaciones según lo que determinó la jueza Esperanza Medrano Ortiz (quien fue también la que concedió una suspensión provisional del caso).
El futbolista deberá pagar un departamento de 8 millones de pesos a Lucely; ir a firmar cada mes durante seis meses al Reclusorio; cumplir una orden de restricción para no acercarse a su pareja y tomar cursos de perspectiva de género.
Barradas reveló que el cargo por violencia familiar se mantiene, pero se logró esta suspensión condicional por haber llegado a un acuerdo entre las partes.
Todavía faltan especificar los términos legales en los que se dio la liberación del jugador ecuatoriano.
Al mismo tiempo en el que se daba la audiencia, el América anunció que le rescindió el contrato al extremo, por lo que se deberá buscar otro club.