Llegó la noche que los aficionados de Rayados y Tigres UANL esperaron todo el año. En una nueva edición del Clásico Regiomontano, los dos equipos de Monterrey se miden en el estadio BBVA Bancomer ante la mirada de todo el mundo. Como era de esperarse, ambos salieron a dejarlo todo y un poquito más.
Sin embargo, uno de ellos arrancó el encuentro de manera superior y fue el local. Los dirigidos por Antonio Mohamed salieron decididos a buscar una ventaja tempranera pero la falta de eficacia de cara a portería le está jugando muy caro al último campeón de Liga MX.
Aké Loba tuvo dos opciones clarísimas de gol. Al minuto de juego, Maxi Meza se la bajó de cabeza y el marfileño tuvo el 1-0 en sus pies, pero nunca se decidió por patear. La defensa de los Felinos lo tapó rápido y obligó al joven delantero a tener que descargar hacia atrás.
Minutos más tardes, tuvo su revancha pero la volvió a desaprovechar. Primero hizo todo bien al controlar como un verdadero crack y sacarse de encima a la marca, pero lo embarró con su mala definición. Nahuel Guzmán le achicó rápido y le ahogó el grito con mucho criterio.
Antes de los 10 minutos, Rayados iba a volver a avisar pero esta vez de la mano de su goleador. Rogelio Funes Mori recibió el balón en el sector izquierdo del ataque y al entrar al área sacó un tremendo remate que dejó parado al Patón. Para su fortuna y la de todo Tigres, la pelota no quiso entrar y besó el poste para que luego Maxi Meza no pueda anotar.