26 de junio de 2011. River perdió la serie con Belgrano y descendió a la B Nacional. Manchó su historia para siempre. El Monumental, en un mar de lágrimas, prendido fuego. Imágenes que vivirán por siempre en la cabeza del futbolero. Ni hablar, claro, en los protagonistas de esta tarde histórica para el fútbol argentino.La Página Bodeguera entrevistó a Leandro Caruso, quien jugó ese día para el Millonario.

Primero, el delantero recordó cómo llegó a River:“Me puse contento porque toda la familia es de River. Estaba comiendo con mi viejo y me llama Cappa. No lo dudé, le dije que sí. Arranqué bien, pero después no se terminó de la mejor manera, pero nadie me quita haber pasado por River y haber usado esa camiseta.Uno de chico sueña, pero a medida que vas creciendo y llegás a primera, no se te pasa por la cabeza. En ese momento se venía haciendo bien las cosas, te llama un técnico que te quiero, pero, como te digo, haber vestido la camiseta de River es lo más grande”.

Además, Caruso dejó en claro que si descendieron no fue por esa temporada, fue por el pasado reciente: “Se hizo una buena compaña, un colchón de puntos. Pero por temporadas anteriores que se venían haciendo mal las cosas no alcanzó. River en ese momento no estaba bien y hacer las cosas mal lo terminás pagando. Es una etapa que es para olvidarla, pero haber jugado en River no se olvida. Una linda experencia que no terminó como esperábamos. Esto es una carrera, uno es profesional y tiene que seguir”.

Ya metiéndose en el partido, hubo una jugada clarísima. 25 minutos del primer tiempo. Caruso desborda y el Chiqui Pérez lo levanta por los aires. Clarísimo penal, clarísimo. El árbitro,Sergio Pezzotta, no sancionó la pena máxima. De esa incidencia, el delantero manifestó:“No pensé que lo iban a cobrar, pensé que lo habían cobrado. Fue un penal claro. No cobró penal y cobró tiro de esquina cuando fue saque de arco. El árbitro estaba perdido. El penal ese cambiaba la historia, era el 2 a 0 y estaba igualada la serie. Si hubiese VAR en esa época, no hay duda. Todos nos equivocamos. Ya está. Fue un partido para el olvido”.

Después, en el complemento, sí hubo un penal para el Millonario. Lo pateó Mariano Pavone y lo atajó el Juanca Olave: “En su momento, los pocos penales que había, los pateaba Mariano Pavone. Agarró la pelota él, lo pateó y bueno, lamentablemente, le pegó mal o el arquero la adivinó. No es echarle la culpa a nadie. No pasa nada. Pero bueno, el encargado de patear los penales en ese momento era Mariano”.

“El vestuario quedó triste por lo que significaba la historia, el partido ese tan importante, pero no nos podemos reprochar nada. En su momento no querían jugar muchos en River, ahora quieren venir todos. Esa es la diferencia. Vos tenes que estar en los momentos que es difícil. Tenés que volver para apagar el incendio, no para empezar todo de cero”, cerró.