Daniele De Rossi tuvo no sólo de competir contra Lionel Messi, sino de ser parte de una remontada histórica de la Roma ante Barcelona en la Champions League.
+La despedida de De Rossi en la Roma:
“Compartir la cancha con él es una motivación. A veces me daba cuenta que mis compañeros, antes del partido, lo miraban con ojos distintos, como de admiración”, le cuenta a La Nación.
Y más allá de su experiencia, el que no queda exento de dicha sensanción:“También a mí me pasó. Yo trataba de no mostrar mis sentimientos ni mi debilidad ante un jugador tan grande. Cuando le sacás la pelota a Messi te da un sabor distinto a si se las sacás a un burro cualquiera”.
Claro, el mediocampista pudo vivir en Argentina unos meses cuando jugó en Boca y vivió en primera persona el destrato que hay hacia el ’10’ en su país.
“Si en Italia contás que en la Argentina le dicen pechofrío a Messi, acá se ríen, no entienden nada. ¡Cómo le vas a decir pechofrío a Messi que tiene dos huevos así de grandes! Hay gente que tiene el coraje de decirle pechofrío a Messi detrás de una computadora, y después ni tiene los huevos de pedirle a su mujer el control de la tele para cambiar de canal.¡Y le dicen pechofrío a uno que marcó más de 1000 goles en su vida!”, expresa con mucha euforia.
Luego, agrega: “¡Vamos! Nadie como él se ha acostumbrado a disfrutar del amor de la gente y también a soportar las críticas, muchas veces injustas. Él perdió dos finales de Copas América por penales, y yo soy campeón del mundo por penales… Mira, él es un pechofrío en la Argentina y yo soy un héroe junto con mis compañeros por haber ganado el Mundial del 2006… ¿Y cuál es la diferencia? 5 centímetros. No puede ser, no, me niego. Me gustaría que tengan en cuenta que muchas veces es él, el que se carga todo el equipo sobre su espalda”. Clarito.