En el partido entre Deportivo Cuenca de Ecuador y Mundo Futuro de Bolivia, por la Libertadores Femenina, se produjo un episiodio que fue una muestra fiel de lo que se entiende por superación deportiva.
Salguero, la arquera del equipo boliviano, no pudo contener las lágrimas cuando a su equipo le sancionaron un penal en contra a causa de una jugada que fue ingenua, pero infracción al fin.
Llorando fue hasta la línea de meta. Se paró en el centro del arco y secó sus lágrimas con el guante.
Enfrente estaba la goleadora del Deportivo Cuenca, que había metido un triplete en el primer partido de la fase de grupos.
Pero Salguero dio unos pasos hacia su derecha y se arrojó para contener el remate de la delantera.
El fútbol, como la vida, también se trata de llorar, secarse las lágrimas y seguir luchando.