Duelo de necesitados en el marco de la octava fecha de la presente temporada de la Copa de la Liga Profesional de Argentina. En el estadio Julio Humberto Grondona de la localidad de Sarandí, Arsenal y River Plate se encontraron frente a frente con el objetivo en común de quedarse con los tres puntos para alcanzar sus diferentes objetivos.

Es que, por un lado, el equipo comandado tácticamente por Sergio Rondina llegó a este compromiso en condición de local ocupando cómodamente el último lugar de la tabla de posiciones del Grupo A del mencionado certamen doméstico argentino. Es que los del Viaducto sumaron solo un punto en sus primeras siete presentaciones.

Por su parte, el temible y confiable River de Marcelo Gallardo acudió a este encuentro en medio de grandes irregularidades con respecto a los resultados. Sin ir más lejos, solamente cosechó 11 puntos en sus primeros siete partidos producto de tres victorias, dos empates y dos derrotas. Por ende, necesitaba ganar o ganar para soñar con la clasificación.

Cabe destacar que, de cara a este encuentro, River recuperó a dos jugadores muy importantes: nada más ni nada menos que sus dos laterales titulares. Gonzalo Montiel logró dejar atrás la mononucleosis que lo afectó el último tiempo, mientras que Fabrizio Angileri se reincorporó tras el fallecimiento de su padre. En tanto, Jonatan Maidana fue relegado al banco de suplentes.

En medio de ese panorama, el primer tiempo encontró a River dominando la posesión con claridad. Sin embargo, el equipo del Muñeco Gallardo volvió a ser muy predecible ante un equipo que se replegó y esperó para aprovechar el contragolpe. Como consecuencia de ello, el descanso llegó con un pálido empate sin goles en el marcador.

El segundo tiempo no fue muy diferente. River, nuevamente, con el dominio de la pelota, aunque sin ideas ni profundidad. Por su parte, los de Rondinacontinuaron con su plan de abroquelarse en el fondo, similar a lo que hizo Racing en la fecha pasada. De todos modos, el visitante tuvo una buena noticia a los 31 minutos del período final por la expulsión de Brian Farioli.

Allí, con un hombre de más, River tuvo a su disposición un panorama todavía más favorable para quedarse con los tres puntos ante uno de los peores equipos de la Copa de la Liga Profesional. Sin embargo, siguió sin encontrar el rumbo y nuevamente debió conformarse con un pobrísimo empate sin goles ante Arsenal, que sumó su segundo punto en el certamen.