Este domingo, en el marco de una nueva edición del Superclásico del fútbol argentino, Boca Juniors y River Plate jugaron un encuentro de alto voltaje.
Todo comenzó muy bien para los anfitriones, que se fueron al entretiempo imponiéndose por la mínima diferencia gracias a un tanto de penal de Sebastián Villa.
Pero, lejos de rendirse, los de Marcelo Gallardo, fieles a su estilo, fueron con todo con el objetivo de revertir la historia adversa. Y lo lograron.
Es que, en la etapa complementaria, Fabrizio Angileri envió un muy buen centro y Agustín Palavecino metió la cabeza para esampar el 1-1.
Posteriormente, los dos contaron con ocasiones para ganarlo, pero lo cierto es que ninguno tuvo efectividad para hacerlo y el duelo terminó empatando.
En ese momento, con el pitazo final, Miguel Ángel Russo y Marcelo Gallardo, los entrenadores, se fundieron en un muy cálido abrazo.