En una prueba prácticamente liquidada desde su primer intento, Yulimar Rojas consiguió colgarse la medalla de oro en la prueba de salto triple en Tokio 2020 batiendo el récord mundial. La venezolana consiguió una marca de 15,67 metros, 17 centímetros mejor que la de la ucraniana Inessa Kravets de 1995.
Rojas llegaba a la cita olímpica como campeona mundial en Londres 2017 y Doha 2019, además de haber obtenido la medalla de plata en Río 2016. En la presente temporada era la única atleta que había superado la línea de los 15 metros y con 15,43 estaba a sólo siete centímetros del récord mundial, por lo que era la firme candidata a quedarse con la dorada.
En su primer intento, con 15,41 metros, batió el récord olímpico de Francoise Mbango de 15,39 en Pekín 2008. Con esa marca tenía el oro prácticamente asegurado, pero aún restaba saber si podía batir el récord del mundo, el gran objetivo al llegar a Tokio 2020.
Caterine Ibargüen, una de las grandes estrellas de la prueba en los últimos años, estuvo lejos de sus mejores marcas y se despidó de la final tras los tres primeros intentos, en la décima colocación. De esta forma, la colombiana de 37 años no consiguió defender su medalla dorada de Río 2016, ni la plata de Londres 2012.
La portuguesa Patricia Mamona tuvo una excelente actuación al mejorar su mejor marca personal en 35 centímetros y batiendo dos veces el récord nacional con sus saltos de 14,91 y 15,01 metros para llevarse la medalla de plata. La española Ana Peleteiro, por su parte, también consiguió lo mismo para su país con las marcas de 14,77 y 14,87, que incluyó el bronce.