El Leicesternos brindó, sin duda, la historia más curiosa del domingo y por qué no, de todo el fin de semana en la PremierLeague.

Pasa que el equipo visitó al Tottenhamen WhiteHartLine. El partido se dio muy disputado, y a los 58 minutos un penal a favor de los visitantes se presentó para empatar el partido 1-1.

La decisión del entrenador fue lo llamativo: metió a James Vardymientras los jugadores del local discutían por la sanción de la falta, y el delantero fue directo a patear desde los 12 pasos.

Sí, frío y sin más de un minuto en el campo de juego, la experiencia no fue suficiente para vencer a Hugo Lloris: le atajó el tiro.

A los 75 minutos consiguió anotar un gol, pero fue para el descuento 1-2, que luego se convirtió en el 3-1 final.