En el cruce estelar de los cuartos de final de la Eurocopa, Italia superó por 2-1 a Bélgica, que jugó sin Eden Hazard por una lesión, y se metió entre los cuatro mejores de la competencia en el Allianz Arena, la casa del Bayern Munich. Barella e Insigne convirtieron los tantos para los italianos, mientras que Lukaku marcó el de los belgas. La Azzurra busca ahora ganar la Euro después de 53 años.
En el primer tiempo Italia comenzó a manejar un poco más la pelota que Bélgica, jugando más cerca de Courtois que de Donnarumma. Aún así, los de Roberto Mancini no conseguían generar jugadas claras. Un gol de Chiellini, que finalmente fue offside, fue el aviso de lo que se vendría. A los 31 minutos, el experimentado Vermaelen entregó mal un pase en la puerta de su área e Italia aprovechó. Nicolo Barella se la llevó entre tres jugadores belgas y definió con potencia para adelantar a Italia.
Tras el 1-0, Bélgica tomó la pelota y empezó a tener más protagonismo, acercándose al arco de los de Mancini, con largas posesiones, pero sin lastimar. Del otro lado, Italia tenía contraataques, con Chiesa e Immobile, pero no conseguía estirar la ventaja. Hasta que a los 43, una pegada increíble de Lorenzo Insigne desde afuera del área decretó el 2-0 para los italianos. Sólo un minuto después, Slavko Vincic cobró un polémico penal para Bélgica por una falta de Di Lorenzo sobre Doku, que Lukaku convirtió para descontar la ventaja hacia el entretiempo.
Tras el descanso, cuando parecía que el equipo de Roberto Martínez iba a salir con todo a buscar el empate, Italia comenzó dominando y metiendo a los belgas en su área. Fue recién en el promedio de la segunda mitad cuando se despertó Bélgica. Lukaku lo tuvo dos veces, Spinazzola sacó un remate en la línea y en la otra el delantero del Inter no pudo conectar un cabezazo por centímetros. Finalmente, la Azzurra pudo aguantar en la segunda mitad y se quedó con el duro cruce por 2-1.