Lo único que empaña el juego deSergio Busquets, el director de orquesta del mediocampo del Barcelona, sonsus insistentes ganas detirarse a la piscina en pleno juego.
Este jueves, por la Copa del Rey ante Levante, el mediocampista del equipo azulgranasimuló un codazo en el final del primer tiempo.
Lo que peor dejó parado a Busquets fue que una cámara, que estaba detrás del arco culé, lo grabó y demostró que nunca lo tocaron.
Y sí, en Twitterlos fanáticos le dispararon con todo al volante.