Adquirir una entrada para la gran final de la Europa League costaba, en un principio, 22 Euros. Sin embargo, con el aumento en el precio de los boletos para la reventa, el valor llegó hasta… ¡setecientos Euros! A un día de la final “española” de la Europa League, miles de fanáticos del Atlético de Madrid y del Athletic de Bilbao empiezan a ofrecer muchísimo dinero a cambio de un lugar en Bucarest, sede del partido decisivo. Los revendedores, siempre atentos y oportunistas, decidieron aumentar el valor de las entradas, aunque esta vez se les fue un poco la mano. Para empezar, el ticket más económico valía €22, suma importante si se tiene en cuenta que en Rumania, donde se jugará la final, el salario promedio es de €160 mensuales. Ahora, las más económicas cuestan €200, algo inalcanzable por esta parte del mundo. Pero no se detiene ahí: las entradas más caras, que en las boleterías salían €115, se dispararon hasta €700. Una verdadera locura. Igualmente, como el furor del fútbol mueve montañas, seguramente el estadio estará repleto. Bucarest será una fiesta para los hinchas, y también para los revendedores.