Real Madrid no podía haber tenido peor inicio de partido en su visita a El Sadar. Osasuna había golpeado tres veces la puerta del gol en cinco minutos, hasta que a los 14′ logró cumplir con su cometido.
A la salida de un tiro de esquina ejecutado por Rubén García, Unai García se arrojó en palomita para ubicar el balón bien lejos de Courtois y decretar el 1-0.
Sin haber hecho los merecimientos suficientes, Real Madrid igualaría las acciones con un tanto de isco Alarcón, quien remató de volea, de pique al suelo, y dejó inmóvil al portero.
Habían transcurrido cinco minutos desde entonces y Sergio Ramos le metió la cabeza a un balón cruzado por otro cabezazo de Casemiro y dar vuelta el marcador.
Demasiado se llevaron los Merengues al descanso en función de lo hecho en El Sadar, marcando la diferencia que puede marcar la diferencia individual.
La misma que mostró Karim Benzema a cinco minutos del final del encuentro, para comandar una gran jugada individual y ceder a Lucas Vázquez, que anotó el 3-1. Ye en tiempo de adición, Luka Jovic, que había ingresado minutos antes, se dio el gusto de celebrar su tanto y decretar el 4-1 definitivo.