Poniéndole fin a su historia en la Major League Soccer luego de varios meses viviendo en Estados Unidos defendiendo los colores de Los Angeles Galaxy, Zlatan Ibrahimović tomó la decisión de retornar a la Serie A para volver a adueñarse del Milan, club para el cual ya había jugado en varias oportunidades.
Pese a tener 38 años, la condición física impecable del sueco y su constante sed de gloria fueron más que suficientes para dominar a la institución italiana y hacerse una vez más amo y señor de la misma. Siendo una de las piezas más importantes del equipo en cuestión, el artillero fue de gran relevancia para que el Milan obtenga la clasificación a la próxima Europa League.
Culminada con creces la temporada 2019/2020, la directiva de la institución no tardó en ponerse manos a la obra para asegurarse que el ex Barcelona siga en el club de cara al inicio de la próxima campaña. Es que Zlatan, a la hora de arreglar su regreso a Italia a principios del año, llegó a un acuerdo para firmar su contrato hasta mitad del 2020.
Según exteriorizaron distintos portales del Viejo Continente, la tan buscada y ansiada renovación de Ibrahimović se habría vuelto un dolor de cabeza más que interesante para la cúpula dirigencial del Milan. Aunque todo está encaminado a arribar a buen puerto, los días pasan y el acuerdo no llega.
En las últimas horas, sin embargo, habrían surgido discrepancias en torno a los pedidos y condiciones entabladas por ambas partes en torno a la negociación en cuestión. Aparentemente, mientras que Zlatan se posicionó fijo sobre la idea de exigir 7,5 millones de euros, la institución de la Serie A estaría decidida a hacer todo lo posible a estirar su pago a seis, 1.5 menos de lo que pide el histórico artillero.