En Real Madrid todos están pendientes de lo que hace Gareth Bale, que el sábado volvió a jugar ante Real Sociedad y tuvo buena prestación en el triunfo 3-1.
Sin embargo, el domingo se había ausentado del entrenamiento, aunque sí se presentó este lunes, en la última práctica previa al duelo de Champions League ante PSG.
Si las relaciones estaban ya tirantes, se agravaron tras la última participación del galés con su selección en la Fecha FIFA.
No solo porque se mostró en plenas condiciones para jugar, cuando se mostraba indisponible para hacerlo con Real Madrid, sino además por sus fotos y videos con una bandera que molestó y mucho en la Casa Blanca.
A pesar de todo ello, del fastidio de la afición y de buena parte de la prensa, Bale encontró respaldo en algunos de sus compañeros, como Luka Modric y Thibaut Courtois que salieron a reconocer públicamente que está muy implicado con el equipo.
Pero la relación del galés con el club Merengue se construye y descontruye cada día. Y será en el día a día, de aquí al final de la temporada, que se determinará también si continúa o no en el equipo el próximo curso.