Tras el anuncio de la profesionalización del fútbol femenino en España, llegó el momento del lanzamiento de su nuevo naming. En un evento que tuvo a sus dirigentes y protagonistas del fútbol fue el puntapié inicial de un campeonato que tendrá todos sus partidos televisados. Pero que aún no sabe si se juega…

Horas antes de que de inicio la fecha 1, las árbitras enviaron un comunicado en el que anunciaron que no pitarían en ninguno de los partidos. Las colegoadas reclaman “condiciones laborales y económicas mínimas”. Y así, puso en riesgo lo que hasta aquí era una gran noticia en España.

“En el contexto de una nueva competición profesional consideramos que el arbitraje femenino debe tener unas condiciones mínimas para el ejercicio de nuestra actividad dentro de la competición profesional. No es concebible que el estamento arbitral sea el único que quede al margen de un crecimiento que consideramos tan justo como necesario”, explican. Se plantea que en el marco de un torneo profesional, las juezas comiencen a percibir algo más que los 300 euros por partido que recibían antes.

Y aunque desde la Liga Profesional de Fútbol Femenino (LFPF) al parecer se presentó una oferta cuadruplicando la cifra, ahora acusan a Luis Rubiales -presidente de la Real Federación Española de Fútbol- de ser quien intenta boicotarla.

“El proyecto del fútbol profesional femenino es un proyecto de todos y de todas. De los Clubes, de las futbolistas y de las árbitras. Y todas las partes deben sumarse a esta histórica profesionalización que debe ser progresiva y sostenible. Sólo así se conseguirán los grandes objetivos con los que todos y todas soñamos”, dice el comunicado de la LPFF.

Ahora, quienes deben intervenir son los miembros del Consejo Superior de Deportes para intentar destrabar el conflicto entre las partes en tiempo récord, para que la pelota comience a rodar. Por el momento, las árbitras recibieron el apoyo del CDS:”Les ha hecho saber al colectivo de árbitras que, evidentemente, van a contar con todo el respaldo” de su organismo para mejorar sus condiciones actuales, aumentar su salario y ser reconocidas profesionalmente”.

¿Se jugará en España?