Si fuera por historia, es decir año de surgimiento, Pachuca, Atlante y Necaxa tendrían que ser catalogados como grandes del futbol mexicano. Sin embargo, conforme al grueso de la opinión popular a lo largo de varias décadas, no es así. En su gran mayoría, el público futbolero adjudicó esa etiqueta a los equipos que ganaban títulos y tenían presencia de aficionados en todo el país.
De esos equipos, tres son de la Ciudad de México (América, Cruz Azul, Pumas), lo que habla de la centralización que se ha ejercido en la apreciación del aficionado para determinar la grandeza de un club. Salvo Chivas, el resto de clubes mexicanos que juegan fuera de la capital del país son poco valorados y apreciados para ser tomados en cuenta como grandes.
Dicho trato hacia los equipos denominados regionales, o “de provincia”, cambió por un breve tiempo en la primera década del siglo XXI; Toluca fue protagonista de la liga con campeonatos y buen futbol. Pese a ello, sin importar que haya superado en títulos a Cruz Azul, continúa sin ser considerado “el quinto grande”.
A partir de2010 hasta la fecha, Tigres se encargó de robar el plano estelar de la Liga MX. Respaldado por una fuerte inversión y con plena confianza en el proceso de un solo entrenador (Ricardo Ferretti), el equipo de Nuevo León se transformó en sinónimo de éxito constante.
Con base en títulos y en poderío de planteles conformados con estrellas, Tigres se consolidó como un club que no puede darse el lujo de no pensar en otra cosa que no sea ser campeón, ganar en todo lo que compita. Con esa mentalidad e idea establecida por Tuca ha conquistado cinco ligas, tres Campeón de Campeones, una Copa MX, una Liga de Campeones Concacaf, un subcampeonato de Copa Libertadores. Ah, y un histórico pase a la final del Mundial de Clubes.
Ante la expectativa de que serían goleados por Bayern Múnich, Ferretti y sus dirigidos se plantaron con estricto orden defensivopara competirle a la máquina alemana. Perdieron por la mínima diferencia para quedarse con un segundo lugar con sabor a épica por tratarse del primer club mexicano en obtenerlo.
¿Acaso no ha hecho méritos para compartir el privilegio de estar en los sitios de grandeza junto a América, Chivas, Pumas y Cruz Azul?
En una comparación absurda, pero que funciona como un parámetro trivial para ver en qué posición se ubica el aficionado al momento de avalar o negar la grandeza de un club, el caso de Chelsea. Los Blues tardaron 50 años en volver a ganar un título de liga en Inglaterra. En 2005 puso fin a la sequía que le acompañó desde 1955. Posteriormente ganó cuatro ligas más y una Champions League, esto en un lapso de 13 años. Eso valió para que futboleros y prensa lo cataloguen como un grande, tanto de la Premier League como de Europa.
Así, en su debida proporción, conforme a la jetatura marcada en México, pequeño no es Tigres. ¿Grande, sí?