La Selección de Brasil intentó por todos los medios, no lograba entrar por ningún lado, hasta el tiempo adicionado del complemento. Primero Coutinho, después Neymar.

En el gol del futbolista de Barcelona, ese que rompió el marcador, Tité se volvió completamente loco con su festejo.

Salió corriendo gritando el gol con toda su boca abierta, un jugador lo empujó sin querer y terminó de cabeza al césped.

¡Pero así se tienen que gritar las conquistas, querido Tité!