En el partido de despedida ante Australia, la Selección de Perú pudo gritar su primer gol en el Mundial de Rusia. Se hizo esperar, pero fue de la más alta factura.
El goleador Paolo Guerrero se vistió de asistidor para ubicar a André Carrillo en su ingreso al área, y el futbolista del Watford inglés se inventó una definición de volea para colocar el balón junto al poste, bien lejos de la posición del portero Ryan.