“Paulo Dybala a Boca“ es la frase que se repitió tanto durante estas semanas en medios periodísticos argentinos e italianos. Sería un bombazo, sería una gran incorporación para el medio local y un giro muy importante en torno a las chances del futbolista de la Selección Argentina en la previa de la Copa del Mundo de 2026.
La primera información era que Boca buscaría contratar a Dybala para enero, para que comience la pretemporada de principios de año y se aclimate al equipo pensando en la Copa Libertadores que disputará el equipo comandado por Claudio Úbeda. El tema es que no es tan sencilla su llegada, también porque hay un vínculo de cariño con la Roma, una institución que lo recibió de muy buena manera, con ovaciones increíbles y una presencia multitudinaria. Es un club que le tiene mucho cariño a Dybala, que brilló en la Juventus y que después eligió a este conjunto menor, entre comillas.
Todo parece indicar que Paulo va a llegar a Boca recién en junio. Esto es lo más probable, ya que ahí es cuando se termina su contrato. Según La Gazzetta dello Sport, hace unas semanas Roma tenía pensado firmarle un contrato de por vida a un jugador que es un líder positivo y un referente que, pese a los pocos minutos que tiene, marca la diferencia. El tema es que sus constantes problemas físicos generaron que desde Italia repiensen esta situación.
En definitiva, Dybala no renovaría su contrato y ahí llegaría a Boca. ¿Pero qué Dybala llegaría a Boca? Lo principal es que no viene jugando: tiene 507 minutos disputados en 10 partidos diferentes en la Serie A de Italia. No es tan poco, pero tampoco es lo que acostumbraba antes de marzo. Y marco el mes de marzo porque ahí es el quiebre entre el Dybala de constantes rendimientos y el actual.
En aquel entonces, La Joya tuvo una lesión importante que también mermó sus rendimientos y generó que sea muy diferente al Dybala de la temporada pasada, ese que jugó excelente en diferentes partidos importantes, aportando goles y asistencias y teniendo momentos decisivos. Sin él, Roma tenía sus dificultades, pero con él en cancha, los caminos ofensivos eran otros. Lamentablemente, ese Dybala post marzo es el que preocupa.
Primero, Dybala sufrió una contusión en la rodilla. Después, se lesionó dando un taco a un compañero. Fue un fuerte dolor en la pierna cuyo diagnóstico se tradujo en un desgarro que lo dejó afuera de la convocatoria de la Selección Argentina para las Eliminatorias. Se hablaba de un mes de recuperación, pero luego hubo una intervención quirúrgica para volver de la mejor manera, pasando por el quirófano y perdiéndose un período muy prolongado.
En el medio, Dybala tuvo alguna que otra molestia y además una lesión reciente y muy curiosa, pateando un penal. Por otro lado, le está costando imponerse. Salvo contra Sassuolo o Parma en esta temporada, no vimos grandes niveles. El propio Gian Piero Gasperini, su entrenador en Roma, indicó que el argentino ha tenido un momento positivo, pero que en el fútbol actual no se pueden admitir condiciones precarias.
¿Conclusiones? A ver, la calidad de Dybala es indiscutible. Es un futbolista que puede marcar la diferencia con solo 15 minutos en cancha. Esto es cierto. Es uno de los cracks de verdad que tiene la Selección Argentina. El tema es que el físico no siempre lo acompañó. Dicho eso, es un futbolista histórico que marcó la diferencia en Palermo, se convirtió en ídolo en Juventus y brilló en Roma.
Pensando en un posible desembarco en Boca, el físico del jugador surgido de Instituto de Córdoba es una incógnita. No podemos predecir cómo será el Paulo Dybala de junio, si es que llega, o el de enero, si es que adelanta su arribo, pero sí sabemos que, de estar bien, es un jugador que compromete a rivales y que entusiasma a los propios.
