A lo largo de toda la semana, el arribo de Sergio Romero a Boca acaparó el interés de todos los futboleros. Pero sobre todo de los hinchas de Racing, quienes soñaban con ver a uno de los hijos pródigos de la casa volviendo al lugar en el que nació futbolísticamente, y con quien quedaron muy disconformes por sus dichos en plena conferencia de prensa cuando firmó su vínculo en el Xeneize.

“Soy hincha de Racing, peroestoy feliz con esta posibilidad que me da Boca. Ya tomé el reto de ir a Venezia sabiendo que iba a pelear los puestos de abajo en Italia, y ahora vengo al más grande de Argentina”, afirmó el último lunes, el ex arquero de la Selección Argentina. Y sus palabras no cayeron para nada bien.

Luego de que fuera Víctor Blanco, el presidente de la Academia, quien arremetiera contra la declaración de Chiquito, en la previa al clásico ante Boca llegó el turno de Fernando Gago, quien admitió que no se contactó con el nacido en la provincia de Misiones para que se sumara a su plantel, como así tampoco lo hizo con los directivos de Avellaneda.

Pese a que el mandamás de Racing aseveró en que a Romero lo buscaron cuando se lesionó Gabriel Arias frente a River, el propio Gago rompió el silencio: “En ningún momento hablé de Chiquito con ningún dirigente, es la realidad. Sí me plantearon si podía entrenar en el Predio Tita Mattiussi, y obviamente que es un jugador que creció en este club. Después son decisiones de cada uno, tampoco hay que volverse loco por si fuimos o no a buscarlo. Confío muchísimo en los cinco arqueros que tengo, y yo no estaba buscando ningún arquero”.