Nicolás Otamendi solo necesitó un partido del Mundial de Clubes para justificar por qué en Benfica están tan interesados en renovar el vínculo que finaliza el próximo 30 de junio, en pleno transcurso de la competencia. Determinante ante Boca, fue el futbolista al que le cometieron el penal que Ángel Di María cambió por gol y marcó de cabeza el tanto del empate definitivo.
Pero más allá del deseo del club portugués de extender su contrato por una temporada más, no hay certezas, o al menos no se dieron a conocer públicamente, sobre su continuidad. De hecho, el propio futbolista se había mostrado esquivo ante la consulta cuando reportó con la Selección Argentina para disputar la última doble fecha de Eliminatorias CONMEBOL a inicios de mes.
“Todavía no tengo nada resuelto. Obviamente, juego el Mundial de Clubes con Benfica. El contrato se me termina el 30 de junio y no tengo nada“, habían sido las palabras del campeón del mundo ante la consulta del periodista Gastón Edul sobre su futuro.
Contemplando que la salida del defensor es una posibilidad concreta, en Benfica quieren resguardarse buscándole reemplazo en el mercado y uno de los apuntados milita actualmente en el fútbol argentino. Se trata de Kevin Lomónaco, de destacada producción en Independiente que también lo ha acercado a la Selección Argentina.
Más allá del deseo, no será tarea sencilla para el club portugués avanzar por el jugador de 23 años, pues viene acumulando gran cantidad de pretendientes en Europa, con Real Betis habiendo iniciado ya las negociaciones y Barcelona como nuevo interesado según avanzó la prensa española.
Además, distintos reportes señalan que también Olympique de Lyon, Como 1907, Dínamo de Moscú, Bournemouth y West Ham en Europa; sumado a clubes del fútbol saudí, tienen muy bien valorado a Lomónaco en sus informes e intentarían avanzar por él en el mercado.
Betis, el único que hizo una oferta
La única oferta formal que llegó a Independiente por Lomónaco fue del Betis, que ofreció 10 millones de euros por el 60 por ciento de la ficha del jugador. Sin embargo, en Independiente solo lo dejarán salir si se pagan los 15 millones de euros de su cláusula de rescisión, libres de impuestos.
Si más de un equipo acepta esas condiciones, la potestad de elegir cuál será su destino la tendrá el propio jugador que llegó al Rojo el año pasado, tras un paso cedido por Tigre y siendo propiedad del Red Bull Bragantino de Brasil.
