La fidelidad,el apegoincondicional y la singular capacidad para captar las emocionesdel ser humano, convierten a los perros -y a los animales en general- en, como dice la famosa frase, el mejor amigo del hombre. Y sino pregúntenle a Fabricio (Fachu para los amigos), seguidor a ultranza de la Selección Argentina, quien logró superar un gravetrastorno de ansiedad gracias a Bubba , leal compañero canino que estuvo a su lado casi 13 años.
La relación que generó con su perro fue talque decidió llevarlo con él a todos lados a donde fuera con el combinado albiceleste. ¿De qué manera? Proyectándolo en una bandera(de 1,50 mts de alto x 2 mts de ancho) que, por lo original de su diseño, no tardó en llamar la atención en las canchas y en los usuarios de redes sociales que lograron captar el trapo durante las transmisiones de los partidos.Ya estuvo en Rusia 2018, en la Copa América de Brasil en 2019 y, últimamente, recorrió las tribunas de los estadios en los que jugó la Scaloneta en el Mundial de Qatar 2022. De hecho, ”el salto a la fama” fue con la jugada en la que Bubba fue parte de la escenografía dela atajada de Dibu Martínez al lanzamiento de tiro libre de Alexis Vega en el Argentina vs. México.
La emotiva historia del vínculo deFachu con Bubba, la cuenta el propio protagonista en una charla que mantuvo con Bolavip en Doha, en la previa al encuentro en el que la Selección Argentina enfrentará a los Países Bajos por los Cuartos de Final. ”Era mi mejor amigo, mi compañero de vida y el que, sin dudas, me salvó la vida. Por eso también lo llevo tatuado”.
”Bubba falleció a fines del 2017, por eso decidí hacerle un homenaje para el Mundial de Rusia 2018” , señaló Fabricio Roberto de 34 años, quien no tuvo problemas en narrar cómo fue aquel momento en el que su perro lo ayudó a salir de la imprevistapatologíaque irrumpióensu vida: ”Yo estaba con un cuadro de depresión y trastorno de ansiedad. No podía salir de mi casa y cuando tuveque empezar a sacarlo, primero fueron 10 metros, al otro día 20, al otro día a la esquina y de pronto lo estaba sacando dos cuadras. Como estaba más pendiente de lo que hacía él, me olvidaba de lo que me pasaba a mí. A los dos meses era una persona completamente normal” .
Para cerrar, admitió que, si bien lógicamente lo extraña, cree que Bubba se cruzó en su caminopara cumplir su misión con él y, de alguna manera, en modo dedevolución,la familia Roberto lebrindóel trato que se merecen y deben recibir todos los animales: ”A Bubba le dimos todo, por eso estoy tranquilo. Obvio lo extraño, le quiero dar un beso, abrazarlo, pero él vino, me dio una enseñanza y se fue. Igual sé que de algún lado me está mirando”.