“Te voy a extrañar mucho, amiga”, le escribió Mauro Zárate a la pelota el día que decidió anunciar su retiro del fútbol a través de sus redes sociales. A sus 37 años, había transitado casi un año de inactividad tras su paso por Danubio de Uruguay y luego volvió a las primeras planas con la Copa Potrero, siendo una de las figuras del torneo.
En diálogo con BOLAVIP, el exdelantero de Vélez, Boca, Lazio y muchos clubes más, contó detalles de su nueva vida alejado de los campos de juego a nivel profesional.
– ¿Cómo es un día tuyo?
-Hoy lo acompaño a Rocco al entrenamiento y nada, pasó casi toda la tarde ahí, así que me dedico a estar con él.
-¿Estás disfrutando?
-Hoy sí, aprovechando todo el tiempo que de jugador no tenía y que solo tenía que usar para descansar. Ahora me dedico estar con la familia, hacer cosas, ver amigos y disfrutar.
– ¿Te costó la decisión antes de hacerlo oficial en las redes?
-Cuando lo oficialicé, ya lo decidido casi hace un año. Cuando me fui a Italia, que me rompo el cruzado, creo que ahí ya había tomado la decisión. Cuando volví, tuve una recuperación buenísima. Estuve en Italia un par de meses, que fue la familia, estuvimos viajando por ahí y disfrutando mientras hacía la recuperación. Jugué un tiempo allá y después me fui a Uruguay para jugar en Danubio. La idea era ir para allá a jugar un tiempo, pero ya tenía la decisión tomada allá en Italia. Fui porque me sentía bien y dije, bueno, juego el último tiempo y listo.
-Veo que te seguís entrenando, o sea, seguís viviendo como futbolista. ¿En algún momento pensaste “para qué lo anuncié si por ahí podía seguir seis meses más”?
-No, no. Desde que me rompí la rodilla pasó un año y medio y ya lo tenía decidido. Después ya me estaba picando el ‘bichito’ de dirigir y prepararme para eso. Entonces dije: “ya está”. Me dedico a disfrutar de todo este tiempo y a prepararme para lo que es el segundo paso en el fútbol.-
-Si bien ahora estás proyectando a futuro, ¿mirás para atrás? Por ejemplo, en tu debut a los 17 años, toda la carrera, la cantidad de clubes… ¿hacés un balance de todo eso?
– Sí, fue hermoso… A ver, cuando empecé, todos hablaban de que iba a hacer una carrera espectacular, que me iba a ir a Europa, que me iba a ir a un grande, que iba a jugar en la Selección… yo lo veía como más tranquilo. Sí sabía que me iba a ir a Europa y que iba a pasar casi toda mi carrera ahí, pero como que no aspiraba a eso.
– A tanto…
– Claro, a estar en el Real Madrid o llegar a un equipo grande como el Inter, jugar Champions, todo… Al llegar a Europa pensaba estar en un equipo medio, jugar ahí, estar siempre… Mirá lo que era la cabeza, ¿no? Cómo se prepara uno como jugador.

Mauro Zárate anotó 4 goles en 14 partidos en Birmingham City, ujno de ellos ante Manchester City.
-Por ejemplo, mi primer equipo en Europa fue el Birmingham. Si yo me tenía que quedar 10 años jugando en el Birmingham… feliz. A ver, es la mejor liga del mundo, no se atrasan, te pagan todo al día, es un espectáculo. Después te empieza a picar el bichito. Una vez que estás ahí y decís: “che, no estoy peleando por salir campeón”. Y así te va generando esas ganas de ir a un equipo mejor. Ahí quizás termina siendo un error y no estás preparado, o te tenés que preparar y no lo hiciste. No es lo mismo estar en Lazio que llegar al Inter o del Inter pasar al Real Madrid, viste. Tenes que ir al nuevo club y volver a hacer todo lo bueno que hiciste antes. Es lo mismo que cuando volví de Europa y tenía que demostrar en Vélez. Todo lo que hiciste no existe más. Si errás, no corrés, errás goles, no gambeteas a nadie, en ese momento no puedes jugar.
– Cuando hablás de los factores variables, lo familiar, lo que es inherente a la persona, porque vos no sos una máquina que solo se entrena, pueden pasar un montón de cuestiones. También podemos hablar de lo que en algún momento también le pasó a tu esposa…
–Nati, por un momento, me ha odiado. La he sacado de Roma, la he sacado de Florencia, la he sacado de Milán, la he sacado de Londres, la saqué de Dubai. Son cambios grandes y que costaba muchísimo. Para poner un ejemplo que a mí me encanta, un jugador que me tocó enfrentarlo, jugamos Champions y se lo hago ver a Rocco porque para mí era un crack, es Eden Hazard. Cuando estaba en el Lille, era una máquina. Él se preparó de joven y fue al Chelsea y la rompió igual, porque fue preparado. Cuando llega al Real Madrid, lo hace como figura máxima y venía de un Mundial tremendo. Después vos decís: “¿Cómo puede ser que no pudo rendir?”. No jugó en el Madrid directamente y eso que estuvo varios años. Hay que estar bien de la cabeza, como hizo Cristiano Ronaldo cuando pasó del Manchester United al Real Madrid.
-Nombrás a Cristiano, seguro lo escuchaste con lo último que dijo… ¿Coincidís?
-No. No podés coincidir porque él se estaba basando en números. En números rompió todos los récords. Es de los mejores ‘nueve’ de la historia del fútbol argentino, pero es lo mismo que decir que Palermo, uno de los mejores delanteros de la historia del fútbol argentino, fue el mejor jugador de Boca. Una cosa son los números, otra cosa es ser un fuera de serie. Lo suyo fue todo sacrificio y esfuerzo.
– Los números son irrefutables, él habla de que le pega con las dos, que cabecea, que da pases… No es tan tangible como los números, pero son datos objetivos, una realidad.
-Sí, pero no es lo mismo decir ‘soy el mejor jugador de fútbol’. Para mí, en ese trono están Maradona, está Messi, está Ronaldo el Fenómeno y Pelé. Claro que no los vimos a todos, pero de los videos que me tocó ver, después te nombran tanto Pelé que muchas veces me puse a ver el videos suyos y era un animal.
– Lo nombraste a Cristiano, vuelvo un poquito para atrás. En un momento de tu carrera llega la posibilidad de Qatar, que era una fortuna de guita para Vélez y para vos. ¿Cómo fue tener que decidir entre lo deportivo y lo económico?
-No, el dinero nunca me confundió a mí. Con la firma, cobraba un año de contrato. Antes de irme, ya había cobrado un año y no me confundió. Yo llegué ahí un año después del Mundial y le decía a mi hermano: “No quiero ir, no quiero ir, no quiero ir”. Al mismo tiempo, mi hermano, el Ratón, me decía que había una oferta de Alemania y una oferta de Portugal que se acercaban a lo que estaba pidiendo Vélez en ese momento. Era difícil porque Vélez pedía muchísima plata. Y bueno, terminé arreglando en Qatar. Al poco tiempo de llegar, hablé con la gente del club para que me dejen salir, el fútbol de Qatar era muy amateur y yo no estaba preparado para eso. Por suerte me escucharon, me dejaron ir y ahí llego al Birmingham.

Zárate llegó a Lazio en la temporada 2008/09 y de allí pasó al Inter Milan en 2011.
– ¿Tuviste algún arrepentimiento, algo que hubieras decidido de otra manera?
-Y… de haberme ido de Lazio, de haberme ido del West Ham, de la Fiorentina y de Boca. De esos cuatro clubes me arrepiento de haberme ido porque tomo yo la decisión de irme. Son errores que cometen muchos jugadores a la hora de salir o de ser impaciente a la hora de tomar decisiones.
–¿Tendrías que haber escuchado más? ¿A quién, a tu mujer, a tus hermanos a tus viejos?
-Olvidate, sí, sí. A mi mujer en todas, menos en la de Fiorentina porque fue un tema con la enfermedad de ella que se metió eso. Pero, un a igo me dijo, ‘Mirá que en poco tiempo esto va a cambiar quedate’. Me iba de ahí y volvía a la Premier League, pero estábamos muy bien.
-En ese momento ¿pensaste en tirar todo?
-Sí, sí, sí. Y sí, porque, viste, era complicado. Yo ahí no, viste, cuando te agarra una enfermedad así, no se sabe qué puede pasar. Viste, es complicado. Me acuerdo el día que la llevamos a la sala de operación con mi cuñado y con mi suegra y entra y yo exploto en llanto.
-¿Esto en Florencia?
-No, esto acá. Volvimos para la operación. Y exploto en llanto y me abrazo a mi suegra y a mi cuñado, los dos, que estaba Eric y estaba mi suegra Helen. Nada, eso. ‘Tiene metastasis y la agarró en otro lado, de acá no sale’. Era la segunda operación y ya te la veías. Por suerte todo bien así que nada.
– Y seguiste un buen rato más.
-Si, estamos tranquilos, viste, siempre respetando todo.

Mauro Zárate en su paso por Boca.
-¿Y Boca por qué? Porque esto que me decís, ¿fueron tres años?
-Sí, sí, estuvo la pandemia en el medio, pero sí. Era para quedarse el último tiempo, tal vez en los últimos dos añitos y retirarme ahí en Boca, que era lo que planeaba en su momento. Pero bueno, tuve algunos encontronazos ahí con Miguel (Russo), pero nada, siempre bien y con mucho… a ver, fueron encontronazos fuertes que me llevó a decir, ‘bueno, ya está, listo’.
-Cuando llega él…
-Muy bien, todo. Salimos campeones, ganamos la Copa también, la Copa Maradona que era el torneo. No, no, muy bien, el último tiempo, el último tiempo.
-¿Y por qué? ¿A qué se lo adjudicás?
-Un poco a todo, un poco a mi cabeza, que jugaba eso de las lesiones. Un poco que a veces pedía alguna oportunidad en algún partido y no llegaba. Un poquito de todo, pero no. Lo quiero muchísimo a Miguel, lo respeto, él me ayudó a ser el jugador que soy cuando era chico, así que siempre va a tener mi respeto y me aprecio.
-Es recurrente porque en cada nota desde hace años y seguramente hasta cuando dirijas en algún momento alguien te lo va a volver a preguntar, fue aquel junio-julio 2018 cuando tomaste la decisión. Bueno, creo que en este mismo sillón o en otra casa por ahí era el mismo sillón nos contabas… Pasaron ya siete años aquello, y ¿qué pensás?
-No, no pienso mucho. Fue lo que pasó, es lo que pasó y lo que está y lo que ya sabe todo el mundo. Y por suerte ahora se saben muchas más cosas de las que se van sabiendo, porque a mí no me gusta hablar. No salgo a decir o a retrucar o cuando alguno habla mal y yo sago, no. Cuando uno está tranquilo no necesita hablar. Viste, eso es la ABC de la vida. Pero bueno, fue tanto el quilombo que lo hablaba con la gente que yo necesitaba que lo sepan, gente que sé que ama el club, para que entiendan qué estaba pasando. Ahora, por suerte, la gente ya sabe bastante lo que fue, lo que pasó y todo cómo se dio.
-Naciste en Vélez, después fuiste jugador de Vélez, con todo lo que, digamos, te fuiste, volviste, eras ídolo, yo estaba cuando te fueron a buscar, no sé, 10 mil personas al aeropuerto y al otro día llenó el Amalfitani y ¿decís? ‘En algún momento a mí me gustaría recomponer, o sea poder volver al club, desde algún lugar‘.
-No, con el tiempo que lleva, que haya respeto mutuo y listo con eso me alcanza.
-No te lo ponés como objetivo, si pasa en algún momento…
-No, no, tampoco. Ni reconocimiento ni nada, lo que hice por el club fue hermoso, estoy muy contento de haberlo hecho, todo lo que hice. Y bueno, que quede ahí, que quede con… Nada, que haya respeto, nada más.
-Vos ahora sos entrenador. Vas a dirigir, vas a empezar una carrera nueva ¿le cerrás la puerta o en algún momento…?
-Es muy difícil
-¿Lo imaginás?
-No, no lo imagino
-Tampoco te ponés una prohibición.
-No, una prohibición no pero no lo imagino y no creo que pase. No lo vamos a buscar de ninguna de las dos partes porque fue difícil lo que pasó y está bien que sea así.
-¿Y qué es lo que más te costó? O sea, ¿qué fue lo peor de lo que pasó de aquella decisión? ¿Tu relación no es la misma con tus hermanos? ¿En el medio estaban tus viejos que siempre estuvieron muy cerca?
-No, no, bueno, eso fue aparte. A mí lo que me duele es mi falta de palabra.
-¿Eso es lo que más te duele?
-Sí, porque mi carrera, como te dije antes, ya estaba hecha. Era salir de Vélez, irme a Europa, jugar 10, 12 años y volver, estar en Vélez, retirarme y listo. Y empezar como entrenador, seguramente en ese club, porque si era ídolo iba a empezar en ese club.

Gabriel Heinze en Vélez Sarsfield.
-¿El mejor entrenador que tuviste?
-Y el Gringo (Heinze) está, está sí. Delio Rossi que tuve en Lazio. Slaven Bilic que tuve en el West Ham también y (Vagner) Mancini, el que tuve en el América de Mineiro, me dejó muchísimas cosas, muchos trabajos. En muy poco tiempo pero imaginate que llegué último al equipo, el presidente se desesperó y trajo dos o tres refuerzos importantes. Y metimos al equipo en Libertadores, terminamos séptimos. Una locura. En el Brasileirado, que es… Debe estar entre los cinco mejores fútbol del mundo.
-¿Te ofreció seguir?
-Sí. Pero bueno, en ese momento mi viejo estaba muy mal y me volví para acá. Este… Pero sí, el Gringo me dejó muchísimas cosas.
-Te puso de cinco el Gringo, en cancha Chacarita.
-No, varios partidos. Varios partidos.
-Pero en ese momento, ¿cómo fue eso? ¿Cómo te lo dijo? Creo que el primer partido fue en cancha Chacarita, que pierde Vélez 2-0.
-Sí, sí. Santi (Cáseres) se tiraba un poco atrás y me ponía a mí y a Nico Domínguez. Los laterales subían y después estaban los extremos, que eran el Monito, y Mainero, o Bouzat y Rodrigo Salinas. Después, a los partidos como cuatro o cinco partidos Robertone empezó a desenvolverse bien y me tiró más de 9. Sí me sorprendió cuando me lo dijo, pero cuando me explicó por qué era, era exactamente lo que pasaba en la cancha. Entonces cuando te vienen a hablar con fundamentos y te dicen ‘esto va a ser así, va a ser así y yo necesito que vos hagas esto porque sé que lo puedes hacer’, y es lo que va a pasar en la cancha y pasó eso. En muchos partidos pasaba eso, yo agarraba la pelota de frente y generaba la superioridad numérica con la gambeta y después abría los extremos o que se mande Nico que se mandaba muy bien.
-¿Lo ves a Gringo con proyección, bueno más allá de su personalidad y de sus decisiones, pero y además por el lazo que tuvo durante tanto tiempo con la Selección en algún momento como un tipo que pueda llegar a estar ahí?
-No lo sé, y no lo sé, no lo sé. No sé, porque como lo conocemos todos, es un tipo de carácter muy fuerte y… No lo sé. Sí estaría bueno que vuelva a dirigir.
-¿Estás en contacto con él? ¿Hablás?
-No, no. Hace muchísimo que no hablo.
-¿Y pensás hacerlo?
-Sí, porque hay muchas cosas que me quedaron de los trabajos que hacíamos. Refrescarlos estaría bueno.

Zárate anotó 7 goles en 29 partidos en West Ham.
-¿Y el mejor jugador con el que compartiste plantel o de algunos que hayas enfrentado?
-Sacando Messi, Coutinho. Coutinho me volvía loco. Coutinho jugaba al futsal en cancha de pasto, era increíble. Nosotros estábamos en pasto y era, aparte en Milano, que era lluvia, nieve, y la pisaba como si fuera que él estaba jugando en piso y nosotros en pasto. Era una cosa increíble y era un pibe, por eso no se le pudo dar en el Inter, después se va al Espanyol de Barcelona, la rompe todo y ahí llega el Liverpool, bueno es otra cosa. Llega el Liverpool, ídolo total, ganan todo y decide dar el paso de irse a un equipo gigante como Barcelona y ahí pasan esas cosas. Yo me acuerdo que, yo hablo con él todavía y me acuerdo que en ese momento Klopp lo dijo en conferencia de prensa también ‘yo le aconsejé que no se vaya y que acá iba a ser ídolo para toda la vida’. Bueno, a veces uno quiere más y termina errando.
-Y habláme del Fenómeno Ronaldo, ¿lo enfrentaste también?
-No, nunca. Cuando llego a la Lazio, él se va del Milan. Quedaba Ronaldinho, estaba Beckham, estaba Alexandre Pato, Kaká y él ya no estaba. Me acuerdo que justo en ese año jugamos las dos de campeonato y cuartos de final de Copa Italia. Me acuerdo que él no estaba. Sino le beso los pies. Sabés que nunca me lo crucé. Nati para un cumpleaños con el intermedio del Pupi (Zanetti) me consigue una camiseta de él, del Inter. Y nada, bueno, la tengo que es lo más sagrado que tengo.
-Pero es algo que tenés pendiente en algún momento.
-Y ojalá, sí, me encantaría. Me encantaría porque es… A ver, para todos nosotros y los argentinos, Maradona es nuestro ídolo, pero mi ídolo es Ronaldo. Lo amo. Mismo ellos, mismo los brasileños te dicen o todos los jugadores que veo hacen este o este. Y te queda él. O Romario, cuando Romario dice, no, con este, “empache“. Si no hubiera tenido las lesiones, para mí ahí llegaba a estar con el Diego.
-Lo sentás en la mesa.
-Obvio. Al lado. Diego, Messi. Diego, Messi y él.
-¿En ese orden?
-Y por las lesiones, sí, yo creo que sí. Diego, Messi y él.
-Diego arriba.
-Sí, sí.
– ¿Por qué?
-Y a ver, son muy parecidos, son muy parecidos. Lo que hace uno es lo que hizo el Diego antes. Son extraterrestres los dos, son cosas que no lo hace nadie, lo que hicieron. Lo que hace Messi y lo que hizo el Diego, para mí no lo hizo nadie. El Diego tenía que estar atento y saltar por acá, esquivar patadas que no existían en nuestra época, en la época del Leo. Por ese sentido, Diego, lo pongo por encima.
-¿Y vos sos de los que piensas que hubiera estado bueno? Por ejemplo, antes me decías al pasar la Liga de España la más fácil de jugar. Por ejemplo, que Messi no hubiera estado tantos años o que se hubiera impuesto el desafío de ir a un equipo quizás distinto.
-Pero estando en el Real o en el Barça, vos te medís siempre con los mejores en la Champions, es diferente. Es diferente.
-Está bien, pero siempre con un equipazo, acompañado de lo que era ese equipo, de los mejores siempre.
-Pero siempre, si Messi se iba a otro equipo grande, también iban a estar los mejores. Cuando se fue al PSG y también estaban los mejores y estuvo a esto de ganar la Champions con el PSG. A esto. ¿A cuánto? ¿5 minutos? Porque la ganaba. Fueron 5 minutos fatales que le impidió de ganar la Champions en el PSG.

Zárate ganó tres títulos en su etapa en Boca.
-¿Cómo va a jugar tu equipo?
-Siempre con la pelota por abajo. Eso es fundamental, siempre proponiendo, no dejando nada a la suerte, no dejándole nada al rival, que me pueda hacer sufrir. Sí, vas a tener momentos que vas a sufrir, pero van a ser los menos. Esa es mi idea. Quiero preparar y trabajar para eso. Si no trabajás en la semana, es muy difícil que puedas lograr lo que quieres hacer.
–¿Con la táctica, hablando en números, cómo te gusta?
-La táctica me gusta, la línea de tres me gusta. Creo que tener cuatro defensores me parece que es tener un defensor de más por cómo juegan los rivales. Por cómo te atacan, normalmente te atacan con dos, con tres, con tres y que uno de los volantes esté siempre flotando para cubrir el espacio también está bien. Si me dicen a mí el 3-4-3, 3-5-2 me gusta, bien ofensivo, no es que es 5, sino que es 3, 3-4, dos medias puntas y un 9, o 3-5-2, sigo muchos equipos que me gusta.
-¿Por ejemplo?
-Y por ejemplo el Liverpool juega 4-3-3, pero suben muchísimo.
-Bueno, ataca permanentemente.
-Suben muchísimo y el holandés, bueno, neerlandés, como le dicen ahora, se baja y sale Konaté, sale Van Dijk, se mete Gravenberch y salen los tres y te matan, por afuera te matan. Y Alexis que es increíble el cambio que hizo, me sorprende muchísimo y ya lo entendió él y ya se da cuenta y ya lo hace, es un relojito. Un volante de elite. Todo hace, todo. Le da tranquilidad al equipo, sale jugando con pelota, pases, hace goles y la cantidad de pelotas que roba, no puedo creer que este pibe era enganche. Pero bueno, es el chip que necesito cambiar para mantenerse en la elite del fútbol.
-El mejor equipo del fútbol argentino hoy es…
– Y Argentinos. Creo que en este momento de todos los partidos que vi es el equipo que más me sorprendió.
– Y por ejemplo, ¿Argentinos es el ejemplo fiel de que una idea muchas veces se puede poner por delante que los nombres? Es la discusión eterna.
-Sí, sí, total. Total. Sí, pienso como vos dijiste. Creo que el trabajo, la idea, una idea ganadora, está por delante de nombres, toda la vida. Después, si tenés nombres, si esos nombres los pedís y vos sentís que ese nombre te va a dar, si lo trabajás, va a ser un plus también. Pero creo que sí, es más importante una idea, un trabajo, semanal, que es los nombres.

Mauro Zárate en su ciclo en Platense.
–¿Estuviste cerca de algún equipo que nunca nos enteramos de jugar, por ejemplo, acá o en Europa?
-No. A mitad de año cuando estaba en la Lazio, me llegué al pedido del Real Madrid, y bueno, ahí el presidente me sacó cagando. Era mitad de año.
-¿Qué año era?
-2008 o 2009. Pero tienen una lesión y ahí estaban buscando un delantero y me llamaron a mí. Y bueno, a mitad de año era complicado y sí, el presidente en ese momento, por cómo venía la cosa y por cómo me estaba yendo, creo que si me dejaba ahí lo mataban.
-Y acá, Boca. Era la posibilidad cuando te llamaba Guillermo y en algún otro momento hubo otra chance o dijiste…
-No, no, nunca…Me ha llamado Boca antes también River, pero no tenía esa idea de volver a jugar en otro club. Como te dije antes, mi idea a jugar en Europa, volver y volver a Vélez. Pero bueno, yo creo que ahí me cambio un poco la cabeza cuando tengo la primer lesión en el Watford. Ahí me cambio un poco la cabeza. Ahí me bajoneo, dejo de confiar en mí, dejo de confiar en mis condiciones y estaba en el fútbol top y que si no estaba físicamente bien, difícil rendir. Hasta tomé la decisión de irme a jugar a Dubai y quedarme un tiempo ahí y después volver. Mirá lo que llegó en mi cabeza, lo que fue esa lesión, esa lesión me mató. Me arruinó. Nunca tuve una lesión. Después de que me levanto de la anestesia, me veo la pierna y me pongo a llorar y Nati me decía tranquilo, no pasa nada. Me vi la pierna, era un fideo con un gancho sacado. Dije no jugo nunca más. Fue terrible.
-Ahora acompañar a Rocco para continuar con la dinastía de alguna manera.
-A él le gusta, le encanta. Es un enfermo. Tiene a quien salir así que tratar de
de acompañarlo, de bajarlo cuando tiene que bajar, de explicarle y bueno, cometí tantos errores que eso va a ser una escuela importante para él así que aconsejarlo siempre de la mejor manera. Por suerte me pude equivocar yo para ayudar a él.
-¿Te vez reflejado en tu viejo ahora, en esta etapa?
-Sí, un montón todos los trabajos para usar las dos piernas son todos de mi viejo, todos. Contra la pared, los de pase de espalda, los de patear, patear arriba, patear abajo, abrir el pie, todo eso lo aprendí con mi viejo.Mi viejo tenía una enfermedad con el tema de usar las dos piernas, así que eso me sirvió muchísimo.
-¿Jugó tu viejo?
-Sí, jugó en Independiente y después en ese momento el dinero no era lo que se cobra ahora y bueno, él necesitaba ayudar en la casa porque mi abuelo estaba enfermo y empezó a jugar y a trabajar en ese momento en la Mercedes Benz. Entonces, ahí, bueno, un poco que se alejó, pero bueno, necesitaba en lo económico estar mejor.
-¿Quién fue el mejor de ustedes?
– Mi viejo. Sacó cuatro jugadores profesionales, fue el mejor.
-¿Y de tus hermanos?
-Fuimos todos diferentes, yo agarré un mix de todos, un mix de todos, creo que agarré la velocidad del Ratón, la técnica que tenía el Chino y lo que era jugar de 0 que no es fácil de Rolly.
-O sea que el mejor sos vos…
-Fui manoteando un poco de todo y también aprendiendo, ¿viste? Porque uno te aconseja una cosa, el otro otro y el otro otra. Y eso me ayudó a jugar en las tres posiciones. Yo jugué de extremo, que jugaba el Ratón. Muchas veces jugué de media punta, que jugaba el Chino. Y de nueve jugaba Rolly. Es increíble. Yo usé las tres posiciones. Y las tres posiciones no hay muchos jugadores que lo pueden hacer. Porque un extremo ponerlo a nueve, a los diez minutos se quiere ir para afuera. Pero bueno, creo que eso me ayudó muchísimo.
-Me quedó una de la última etapa en Vélez con el Gringo. Es una opinión personal, quiero ver si coincidís. Si Zárate no se iba, ¿Salía campeón ese equipo del Gringo?
-Sí. Yo creo que sí, porque en seis meses tuvo un impacto terrible en el equipo, en el club, en los jugadores, los jugadores eran robots, sabían todos los movimientos que tenían que hacer y eso fue el trabajo que hizo durante toda la pretemporada, día tras día, video, video, video y movimientos. Pipo (Gorosito) tal vez se enoje, pero a veces el trabajo lleva a que funcionen bien las cosas y creo que sí.
-Pero era un equipo que generaba mucho pero le faltaba gol.
– Igual después creo que viene Leandro Fernández y anduvo bien, a mí me gustó como anduvo. Pero bueno, haberme ido fue un impacto también para todos.Generó algo porque ya venía todo organizado y era todo muy bien armado y con algunos refuerzos que seguramente iban a llegar. Yo creo que sí, yo creo que sí. Estaba preparado él para lograr eso.
-¿Con quién te gustaría tomar un café? Por lo que sea, para aclarar algo, para pedir disculpas, para decirle che mira conmigo te equivocaste en general.
-Ccon mis viejos, sería lindo tomar un café. Y del fútbol, sería lindo tomar un café con Ancelotti.
-¿Lo conoces?
-No, de enfrentarlo cuando estaba en el Milan, pero es un tipo hecho para equipos grandes, eso no es fácil. No es fácil. Y él tiene ese don.
-Hablás de tus viejos y yo soy muy familiero y me identifico. Aparte los perdiste hace poco y a los dos. Me imagino también eso en una etapa en la que es también hermosa por empezar a acompañarlos a Rocco o lo que te hubiera gustado tenerlos y seguramente verlos.
-Y mi vieja, un poquito al principio lo pudo ver, pero mi viejo no, casi nada. No lo pudo ver. Lo hubiera disfrutado porque disfrutó a todos sus nietos y hubiera sido lindo. Eso hubiera sido lindo.
– A ver, no te volvés loco por una oportunidad. Va a llegar. ¿Estás preparado, estás motivado?
-Preparado. Preparado, esperando la oportunidad, esperando que un club confíe en mí, confíe en mi trabajo. Y nada, con esas ganas de empezar.

Mmuro Zárate fue campeón Sub 20 con la Selección Argentina.
-Vos fuiste un jugador de Selección, de hecho fuiste campeón del mundo con la Sub 20. Sé que esperaste mucho tiempo un llamado de Diego (Maradona) en aquel momento, vos estabas en la Lazio y nunca llegó. ¿Conocés muchos casos más de futbolistas de Selección o de elite como fuiste vos que no hayan jugado en la selección mayor?
-No, no. Una vez me puse a buscar y creo que no hay ningún jugador que haya jugado en la Premier league, en el Inter, en la Fiorentina y en Lazio que no jugó en la Selección. Después, porque yo antes de eso sí jugué en la Selección que fue con el Coco Basile.. Hubiera estado bueno, no me volvía loco, pero hubiera estado lindo. Creo que era meritorio por lo que estaba haciendo y lo que hice en mi carrera y en Europa.
-Porque a veces también se dice, bueno, le tocó ser contemporáneo con este, con este, con este. Está bien, pero vos eras uno de esos.
-Sí, porque en su momento yo estaba ganando títulos en la Lazio y había jugadores que todavía no habían explotado e iban a la Selección siempre. Pero no me volví loco, no me generó un mal, así que lo sufría, pero hubiera estado lindo, hubiera estado bueno.
-Bueno, ahora sí, la última. Quiero que me digas vos quién es Mauro Zárate y en todo caso si le preguntamos a Nati, tus viejos, tus hijos, tus amigos y le preguntamos, ¿cómo es Mauro?
-Yo creo que todos van a terminar en la misma respuesta. Un enfermo del fútbol. Porque me lo hice en Nati, me lo hice en mis amigos. Sí. Un enfermo en el fútbol.

ver también
Lo apodaban "Pibe Maravilla" y lo comparaban con Tevez, pero las lesiones y malas decisiones castigaron su carrera: "El destino podría haber sido otro"

ver también
Lo comparaban con Passarella, jugó en la Selección, estuvo en el Chelsea de Mourinho, pero se retiró joven y ahora tiene su propia marca de vinos







