A Max Verstappen le bastó media temporada de dominio, y alguna que otra carrera de lucidez personal para maquillar el rendimiento dispar de su Red Bull y conseguir su cuarto campeonato mundial en la Fórmula 1. Sin embargo, la suerte no fue idéntica para su escudería, que no pudo competir con McLaren e incluso quedó tercera en el campeonato de constructores, por detrás también de Ferrari.
Red Bull no fue capaz de proveerle a Verstappen el mejor auto este año, como sí hizo en las pasadas dos temporadas, pero el tetracampeón mundial neerlandés cree que, en ocasiones, la diferencia fue tan dispar que posiblemente se haya dado por algún exceso del reglamento.
Escuderías como McLaren fueron investigadas a lo largo de la temporada por pequeñas modificaciones en el ala trasera, y acusadas de enfriar sus neumáticos con agua, para mitigar el desgaste, pero nunca nada fue comprobado, o bien, objeto de una sanción. Aún así, y a pesar de no haberlos nombrado, Verstappen dejó caer que existieron esas ilegalidades.
McLaren recibió varias investigaciones esta temporada, pero nunca se pudo comprobar nada. IMAGO
“Cosas pasaron en el detrás de escena, que provocaron que en algunas carreras no tuviéramos ninguna chanche”, le aseguró Verstappen al periódico De Telegraaf. “Estoy seguro de ello, pero nadie lo admitirá jamás”, expresó con firmeza.
Verstappen reveló que, desde el GP de Italia, todo cambió en Red Bull
A pesar de haber liderado el Red Bull hasta el campeonato de pilotos, Verstappen admitió el esfuerzo que eso llevó, y cómo el equipo no sólo no encontraba el rumbo, sino que hasta el GP de Italia, iba en una dirección equivocada. “Todas las planificaciones de mejoras que íbamos a implementar, fueron tiradas a la basura. El equipo tuvo que empezar de cero“, reveló.
Max Verstappen encontró los problemas de Red Bull tras Monza.
“Antes de eso, no podían encontrar el problema exacto. Vi algunos gráficos, ciertos cambios aerodinámicos sobre cómo entrábamos en las curvas, la dirección y en la altura de conducción”, detalló Verstappen. “Era diferente del auto del año pasado, y me pareció claro que ese era el problema, esas líneas y gráficos no los había visto antes. A partir de allí se volvió bastante claro dónde debíamos poner el foco y trabajar, los ingenieros supieron lo que hacer“, completó al respecto.
Verstappen cree que la diferencia “estuvo en el comienzo de la temporada”, y aseguró: “Ganamos convincentemente esas primeras carreras, aunque ya el auto no se sentía balanceado como me hubiera gustado. Por suerte sacamos una gran ventaja sobre los otros equipos, quienes no tuvieron un buen invierno.”