Los árbitros en Argentina, y en muchas otras partes del mundo, son el blanco fácil de la crítica del periodismo, de los insultos de los hinchas y hasta de la duda de su credibilidad y honestidad. Su obligación a la neutralidad hace que su tarea se desarrolle por fuera de las pasiones que despiertan las camisetas y esa misma pasión provoca que se los enjuicie de manera tendenciosa. Por ende, quedan expuestos a que prácticamente no tengan más defensores que sus propios colegas.

Como si no fuese suficiente, esa labor convive con el error y el castigo, dos reconocibles factores de presión con el que deben acostumbrarse a lidiar desde la primera vez que entran a una cancha. En ese sentido, es importante ponerse a pensar qué tan bien recompensada está su función dentro de la maquinaria del fútbol. En primera medida, habrá que preguntarse entonces cuánto cobran por su trabajo.

Tomando como primera referencia a los árbitros de Liga Profesional de Fútbol, es decir la categoría de élite, existe un salario básico que actualmente oscila entre los 700 mil y los 800 mil pesos, con un sistema de aumentos que mayormente se realiza de manera bimestral, en función a los índices de inflación. El salario básico cubre dos partidos al mes, por el que se paga ese monto acordado. Si dirigiera solo un partido, incluso ninguno, ese sueldo no se modifica. Por cada partido extra, se cobran 400 mil pesos. Es decir, que si un árbitro dirige cuatro partidos al mes, cobra $1.600.000 brutos, a los que habrá que descontar cargas sociales e impuestos.

Por otra parte, lo que cobra un árbitro asistente es la mitad a lo que cobra el principal, es decir un básico de 400 mil. Mientras que el árbitro VAR cobra el 70 por ciento del principal: un básico de entre 560 mil y 490 mil pesos.

En Primera Nacional, el básico es de 400 mil pesos para el árbitro principal y de 200 mil para los asistentes. Si un árbitro de Primera División es designado para dirigir un partido en esta categoría con posterioridad a los dos que tiene garantizados en su salario básico, cobrará por ese partido el proporcional correspondiente a la misma, es decir, 200 mil pesos.

Nazareno Arasa durante el último clásico entre Independiente y River.

Nazareno Arasa durante el último clásico entre Independiente y River.

Es importante destacar que existen en Argentina dos organismos que nuclean a los referees: la Asociación Argentina de Árbitros y la Unión de Árbitros Deportivos de Argentina, constituida en agosto de 2023, a la que pertenecen quienes viven en el interior del país. Un juez que firma su primer contrato con este último organismo, y que en consecuencia comienza a desarrollarse en el Torneo Federal, tiene un salario básico inicial de 200 mil pesos, mientras que para los asistentes es de 100 mil pesos. Similares son los salarios para la Primera B Metropolitana, Primera B y Primera C.

Entre la Liga Profesional y la Primera Nacional, en relación a las demás categorías, se marca la brecha entre quienes pueden vivir del arbitraje y quienes deben complementar esa tarea con actividades alternativas para no quedar por debajo de la canasta básica total, que según el índice del INDEC de febrero fue de $690.901.

Partidos internacionales y nuevas oportunidades en Arabia Saudita

Para los árbitros de élite, los partidos internacionales representan una gran oportunidad de incrementar los ingresos detallados anteriormente, debido a que ya sea en competencias FIFA o CONMEBOL, los pagos por partido han sufrido importantes incrementos en los últimos años y se realizan en moneda extranjera.

Además, un nuevo mundo de oportunidades se abrió desde que la Liga Profesional de Arabia Saudita decidió comenzar a contratar árbitros extranjeros. El pago es actualmente de 10 mil dólares por partido para los árbitros, es decir más de 8,5 millones de pesos; y de entre 3 y 7 mil dólares para los líneas.

¿Qué árbitros argentinos dirigieron en Arabia Saudita?

En la presente temporada, siete representantes del arbitraje nacional fueron contratados para dirigir en la Saudi Pro League, siendo Darío Herrera el único que lo hizo en dos oportunidades. Los restantes son Fernando Rapallini, que había dirigido otros cinco la temporada pasada, Nicolás Ramírez, Lenadro Rey Hilfer, Sebastián Zunino, Nazareno Arasa y Facundo Tello.

Cabe señalar, que en este caso no hay mérito deportivo alguno para la designación de estos jueces. El único requisito es que sean internacionales, mientras que la Dirección Nacional de Arbitraje, presidida por Federico Beligoy, es la que decide quiénes arbitran en Medio Oriente.