Las excusas europeas estuvieron a la orden del día. En las últimas semanas, hemos visto cómo los diferentes representantes sudamericanos, desde un Botafogo hasta un Boca, enfrentaron a distintos rivales europeos que juegan en las principales competencias del Viejo Continente y se está rebajando lo hecho por “los nuestros”.
Botafogo mostró un muy buen rendimiento ante Paris Saint-Germain, reciente campeón de la Champions League, a tal punto que Luis Enrique dijo que fue el equipo que mejor los defendió en toda la temporada. Por otro lado, Boca mostró buenos pasajes de juego tanto frente a Benfica, uno de los mejores elencos de Portugal, y también ante Bayern Munich.
Sin ir más lejos, Boca llegó como uno de los peores equipos en su liga local, atravesando un muy mal momento, y logró, de alguna manera, emparejar la cuestión frente a los mencionados pesos pesados. Por ende, los méritos están a la vista, pero también las excusas relacionadas con el cansancio de los equipos europeos.
Sin embargo, los que más jugaron en estos tiempos son los equipos del Brasileirao. De hecho, los conjuntos que más partidos disputaron antes del comienzo del Mundial de Clubes fueron Flamengo, Botafogo, Fluminense y Palmeiras. Entonces, la discusión del cansancio no debería estar tan presente como lo está. Y también hubo mucha justificación con el tema del calor, tal como pasó con Borussia Dortmund. Pero lo cierto es que hacían 29 grados.
¿A qué se debe la competitividad sudamericana frente a lo que mostraron los europeos? No al cansancio ni al calor. Pueden ser atenuantes, por supuesto, pero no los discursos definitivos para plantear el por qué los conjuntos de este lado del mundo hasta llegaron a desdibujar a aquellos que cuentan con los presupuestos más grandes.
La realidad tiene que ver más con un rigor táctico, con una calidad defensiva como la que mostró Botafogo, con casi 50 despejes, y también Flamengo. Sí, puntos muy altos como los de Sergio Ramos contra Inter o Ayrton Costa frente a Benfica. De hecho, ante Bayern Munich, Boca resistió muy bien también.
Las cosas son un poco más sencillas en Europa. Por ejemplo, En España, un Rayo Vallecano no puede hacer el partido que planteó Botafogo porque no sienten la marca, la defensa, la concentración, el ímpetu y la agresividad de la manera que lo hace un sudamericano, que está mucho más acostumbrado a este tipo de partidos.
Sin embargo, ahora River tiene un trámite bastante complicado frente a Inter, un equipo en transición pero con buenas estrellas tanto europeas como sudamericanas como es el caso de Lautaro Martínez y Valentín Carboni. Será un desafío muy particular porque, más allá de que tiene sus falencias, estará enfrentando a un conjunto que también viene de capa caída y con sus complicaciones.
Veremos qué pasa en este partido, pero, por lo pronto, la fase de grupos pinta muy positiva, principalmente para los conjuntos de la Copa Libertadores de América, aunque también expandiéndolo a equipos como Boca o incluso de Norteamérica como Inter Miami.
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