¡Qué mal juega Boca! Solamente el debut de Leandro Paredes en este segundo ciclo salvó al Xeneize de un papelón contra Unión en La Bombonera. El equipo de Russo es un desastre, y en el primer tiempo no generó ni una situación de gol clara. Cuando las papas quemaban, apareció el campeón del mundo y pidió absolutamente todas las pelotas.
Muy atrás posicionado, Leandro se puso el equipo al hombro y se convirtió en la figura del partido con solo 24 minutos en cancha. Repartió pases para todos lados, acomodó el juego de Boca y la mejor versión del Xeneize se vio con él en cancha. De su mano, Boca puede soñar para no hacer desastres.
Incluso el gol llegó gracias a él. Esa delicia que lanzó en el córner para el cabezazo de Lautaro Di Lollo. Gracias a Paredes, Boca rescató un punto en La Bombonera que, por ahora, lo mantiene en zona de clasificación a la próxima Libertadores.
Más allá de la alegría de volver, yo creo que Leandro -desde el banco de suplentes y mientras miraba a sus compañeros- debía pensar “¿Dónde me metí?”. Y razón no le faltaría. Boca juega muy mal. No aparece Palacios, no aparece Velasco, no aparece Braida, Cavani otra vez flojito… y me da la impresión que Merentiel se quedó en el Mundial de Clubes. Lo que el uruguayo hizo allí fue magnífico, pero en las dos fechas que se jugaron en el Clausura viene haciendo agua.
Russo, en la conferencia de prensa, tranquilo como siempre. Pero me pregunto: ¿Tiene la solución para este desastre? ¿Por qué no metió un extremo cuando entró Paredes? ¿Por qué no salió Alarcón? ¿Por qué no juegan Aguirre o Zeballos? ¿Es verdad que Miguelo lo borró al Changuito por lo que hizo contra Auckland? Son todas preguntas que me hago. Mientras tanto, el Boca de Russo se juega la primera final del semestre este miércoles por Copa Argentina, y partido tras partido se ve una involución del equipo. La única solución, por ahora, parece ser Leandro Paredes.






