Hace poco más de tres semanas que Nadia Podoroska debió bajarse de la qualy de Roland Garros. Justo el torneo por excelencia para los argentinos. Justo el torneo que, en 2020, simbolizó una catapulta para la rosarina. En rigor, no juega desde el 31 de agosto de 2021, cuando cayó en la primera ronda del US Open ante la belga Greet Minnen por 6-4, 1-6 y 6-3.

Desde ese día, sus días son un calvario, un ir y venir entre dolores y molestias físicas, producto de una tendinopatía proximal de isquiosural derecho. Para ser más sencillos, un problema en el tendón del músculo ubicado de la cara posterior del muslo, muy próximo a la cadera.

Poco después correrse de las canchas por esa dolorosa lesión, usó sus redes sociales para descargar la angustia que vivía: “No sé si identifico un punto o un momento exacto en el que dije ‘tengo una lesión grave’. Recuerdo que estaba en un torneo en Guadalajara (marzo de 2021), fui a la kinesióloga por un dolor, empecé a tratarlo y la molestia comenzó a incrementarse cada vez más”, dijo.

Con 25 años, Podoroska busca regresar a su mejor versión deportiva. La que tuvo en la temporada 2020 cuando alcanzó las semifinales de Roland Garros. Luego llegaron los inconvenientes para la rosarina que llegó a ubicarse 36 del mundo, su mejor ubicación histórica, y hoy está 158 tras casi diez meses de inactividad.

Y ahora pudo sonreír. ¿El motivo? Muy sencillo, regresó a las canchas. Jugó un partido de Interclubes en Alemania para empezar a recuperar esas sensaciones que tan bien le sientan. Por eso, la rosarina grabó un video para contarla a todos sus seguidores que está en una fase avanzada en la recuperación. “Me imagino que quieren saber dónde estoy, así tan vestida de tenis, de competencia. Me encuentro en Alemania. No voy a jugar un torneo oficial pero sí un partido de Interclubes. Estoy muy contenta de volver a pisar una cancha en modo competencia después de tantos meses”, expresó. Y añadió: “Estoy bastante ansiosa y nerviosa, luego de mucho tiempo afuera. Después les contaré cómo me fue, pero el hecho de estar acá es todo un logro”.

Tras jugar sumó: “¡Qué lindo sentir esto de nuevo! Empecé a volver”, para dejar en claro que, después de mucho tiempo, volvió a sonreír.