Tres días después de la victoria de Jake Paul por decisión unánime sobre Julio César Chávez Jr. en California, la Asociación Mundial de Boxeo hizo efectiva una decisión que ya había adelantado su presidente Gilberto Mendoza y ranqueó al influencer estadounidense para que sea futuro contendiente al título mundial de la división de peso crucero que ostenta Gilberto Ramírez.
Más allá de entenderse el golpe de efecto que tiene la determinación para la disciplina como negocio, se separa completamente de sus valores como deporte si se tiene en cuenta que de los 13 combates que lleva realizados Jake Paul solo uno fue ante un boxeador profesional, Tommy Fury. Uno y medio si se le concede el beneficio de la duda al hijo del César. Peor aún si se tiene en cuenta que en ese único combate ante un profesional como el británico, medio hermano de Tyson Fury, sumó su única derrota.
Entonces, sin haber derrotado nunca a un verdadero boxeador en actividad Jake Paul recibió ahora el privilegio de ubicarse en la decimocuarta posición del ranking mundial elaborado por la AMB en el peso crucero y no será de extrañar que se salte varios lugares en la fila para negociar pronto ese combate por el título ante Zurdo Ramírez. No es un detalle menor en ese sentido que el mexicano haya formado también parte de la velada que tuvo al youtuber como estelar, defendiendo con éxito su otro cinturón, el de la OMB, gracias a una victoria en decisión unánime ante Yuniel Dorticos.
La decisión que sentará un antecedente oscuro para el deporte no tardó en generar reacciones en las redes sociales, dando inicio a la que probablemente sea la mayor polémica en la historia del boxeo. “El boxeo es un fraude por esto”, se quejó un fanático. “Hermano, el nunca ha estado en un combate real”, advirtió otro. “Blanco”, se limitó a manifestar un tercero ironizando sobre un beneficio racial que también ha sido motivo histórico de polémicas en relación a este deporte como negocio. “La AMB es probablemente el peor organismo sancionador y continúa demostrándolo”, protestó uno más.


Claro que la decisión de la Asociación Mundial de Boxeo no responde a un capricho de su máxima autoridad, sino más bien a la lectura de la gran masa de nuevos fanáticos y adeptos que ha logrado conquistar Jake Paul para el deporte, tantos que pagaron una tarifa especial para ver su último combate ante Julio César Chávez Jr., que como era de esperarse terminó siendo un espectáculo decepcionante, reportándole al estadounidense una ganancia cercana a los 5 millones de dólares solo en ese rubro.
“Bien merecido”, lo celebró uno de esos seguidores. “Paul se abrió camino hacia las grandes ligas”, se enorgulleció otro. “Jake Paul se esfuerza y los puso a trabajar”, destacó un tercero. “¿No debería a ser ranqueado más alto que eso?”, tuvo el descaro de reclamar uno más.


Vergil Ortiz, el último campeón mundial en alzar la voz
Tras la victoria de Jake Paul ante Julio César Chávez Jr., después que tomara dimensión el anuncio del presidente de la AMB Gilberto Mendoza, quien hizo un descargo público fue Vergil Ortiz, campeón mundial interino de peso super welter del CMB.
“Jake Paul está estafando al mundo entero con sus peleas de circo, vendiéndolas como si fueran reales, pero el mundo entero se lo traga todo y luego tiene el descaro de decepcionarse porque las peleas de circo que pagan para ver no son reales. Él solo está destruyendo el deporte y todos los demás lo están permitiendo”, escribió en su cuenta de X el dueño de un récord profesional de 23 victorias, sin empates ni derrotas, con 21 de ellas por la vía del nocaut.
Y agregó: “Ustedes seguirán cubriendo y viendo los circos esperando por enésima vez que este circo sea real. ¿Cómo se llama cuando siguen haciendo lo mismo esperando resultados diferentes? Hay que aplaudir a Jake Paul por mantener la farsa durante tanto tiempo y por hacer que todos los demás sigan creyéndola“.

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