Si bien en el fútbol las excusas a veces pueden llegar a dejar expuestos a quienes las exponen, es realmente interesante lo que sucede cuándo las mismas vienen en la previa o después de un partido en la altura de Bolivia, a esos 3624 metros de altura que no perdonan a nadie.
La falta de oxígeno, la pelota que no dobla y la velocidad que toma cada disparo suelen ser una sorpresa ingrata para todo aquel que visite La Paz. Sin embargo, hubo una oportunidad en la que, ante igualdad de condiciones, nada de esto influyó en el resultado.
Después de una muy mala experiencia que terminó 3-1 en contra y que costó la presencia en el Mundial de 1970, junto con el empate ante Perú, la AFA tomó un decisión por lo menos polémica pero que terminó dando resultado: crear una selección que viva en la altura para jugar ante Bolivia.
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Resignados por lo que costaba cada partido en La Paz, desde el cuerpo técnico de la Selección decidieron mandar a Jujuy un plantel con varios juveniles y algunos suplentes para que estos vivan durante un mes a 3200 metros y así aclimatarse.
Pese a que dentro de esta delegación había futuras figuras como Ubaldo Fillol, Enrique Bochini y Mario Kempes, la realidad marca que en ese momento ningún jugador despertaba el fervor o la ilusión de los hinchas. Ni siquiera de la AFA que se olvidó totalmente de lo que había planeado.
En un primer momento las cosas ya comenzaron a funcionar mal. Los jugadores junto al ayudante de campo de Omar Sivori y el preparador físico de la Selección llegaron a Jujuy y se encontraron con que el hotel no estaba siquiera abierto. Tuvieron que instalarse en una desolada Tilcara en donde por las noches hacían cinco grados bajo cero.
Archivo El Gráfico
Las insólitas experiencias que tuvieron los jugadores en la Selección Fantasma
Sin entretenimientos más allá que patear una pelota durante el entrenamiento, los jugadores sufrieron un mes sin absolutamente nada. La comida escaseaba y desde la AFA no daban respuestas ni mandaban los víveres que había solicitado la delegación antes de salir.
No todos soportaron esto; Juan José López y Reinaldo Merlo decidieron pegar el portazo y se volvieron antes de la semana. Siendo figuras de River, no pudieron soportar la incomodidad que significaba para el plantel vivir en estas condiciones.
Archivo La Nación
Ir a entrenar tampoco era sencillo, en más de una ocasión Bochini ha relatado el vértigo que sentían a la hora de ir al Club Estudiantes a entrenar ya que los caminos en la tierra jujeña suelen ser muy estrechos, a tres mil metros de altura y hasta con ripio.
Pese a todo esto, la Selección poco a poco comenzó a adaptarse al entorno. Se jugaron un total de 15 partidos amistosos entre su estadía en Jujuy y Bolivia y todos fueron buenos resultados: un empate (el primero) y 14 victorias daban esperanzas de que todo pueda salir bien.
Como nació la famosa foto de la Selección con una capucha blanca
Igualmente, pese a que los resultados eran positivos, desde la AFA no daban respuestas ni señales de ayuda. Ante esto, los jugadores no toleraron la situación y comenzaron a llamarse “La Selección Fantasma” ya que ni las autoridades de una caótica asociación ni los hinchas le daban importancia.
De ahí nace una de las famosas fotos que tiene el fútbol argentino en donde se ve a los jugadores con una improvisada capucha hecha con cartulinas blancas. Ni siquiera había sábanas o telas para poder simular la imagen de un fantasma para la foto.
Archivo El Gráfico
Argentina ganó pero Perón tapó la victoria ante Bolivia
Ya con un poco más de un mes viviendo a 3200 metros de altura llegó el tan ansiado día. Un 23 de septiembre de 1973 con varios jugadores de los que vivieron esta travesía más algunos refuerzos, la Selección Argentina le ganó 1-0 a Bolivia con gol de Oscar Fornari.
Pese a que se cumplió el objetivo y a que la Selección Argentina ganó su partido, poco se supo de esta victoria ya que en ese mismo día se dio la victoria de Juan Domingo Perón en las elecciones nacionales con un 62% de los votos. Hecho que tapo totalmente la victoria nacional.