Pese a la remontada de Santiago Wanderers en la segunda rueda, no fue suficiente y el Decano jugará en Primer B la próxima temporada. Sin embargo, más allá de la pérdida de la categoría, quedaron heridas más grandes y abiertas en el cuadro del puerto.
Todo comenzó cuando los caturros perdieron con Colo Colo y el descenso quedó a la vuelta de la esquina, porque en ese momento la dirigencia encabezada por Reinaldo Sánchez comenzó la llamada “Operación Retorno”, lo que significaba terminar los últimos cuatro partidos con juveniles.
En ese momento Emiliano Astorga se negó a que le hicieran el equipo y terminó despedido, sobre todo por la imposición de que no alineara a Sebastián Ubilla a fin de que no se renovara automáticamente su contrato.
“Mi idea era quedarme hasta el final a pesar de que era difícil salvarse del descenso por la mala campaña que tuvo el equipo en la primera rueda. Peroyo tenía fe en que podíamos dar la batalla hasta el final. Ganamos muchos puntos en la segunda rueda y teníamos alguna opción.Poca, es verdad, pero había que pelearla”, le cuenta el DT a Las Últimas Noticias.
Y en ese sentido reconoce que “me echaron. Pero sabía que eso pasaría porque los nuevos dueños anunciaron cuando llegaron que querían jugar con futbolistas de las inferiores. Después del partido que perdimos con Colo Colo, los dirigentes anunciaron que jugarían el resto del torneo con ellos y me dijeron sobre el caso de Sebastián Ubilla, al que no tenía que considerar porque si jugaba un partido más, se le renovaba el contrato y no querían que pasara eso.Yo les dije que no estaba de acuerdo, porque nunca he aceptado que me hagan el equipo. Y al otro día me llamaron para finiquitar”.
Consultado si lo volvería a hacer, Emiliano Astorga se muestra firme y directo con un discurso inalterable.
“No me arrepiento. Yo me fui con mis principios en alto. Los dirigentes no pueden hacer el equipo. Para eso está el entrenador”, cerró.
