La Selección de Francia se quedó con las ganas de levantar su tercera Copa del Mundo en el día de ayer, toda vez que cayó con Argentina en definición a penales después de haber empatado a tres tantos en un vibrante y eléctrico partido.
Corría el segundo tiempo de alargue cuando, tras una jugada muy fina, Lionel Messi puso el 3-2 parcial con el que Argentina rasguñaba el título. Minutos después, Mbappé pondría el 3-3 tras un claro penal y el resto ya es historia.
Es precisamente el tercer gol de los argentinos el que despertó la furia de los franceses, toda vez que el medio L’Equipe asegurara que el tanto debió haber sido invalidado por invasión de los suplentes argentinos a la cancha.
Antes de que la pelota traspasara la línea del gol, varios suplentes de Argentina ya estaban corriendo en dirección a Lionel Messi para celebrar el tanto, algo que según explicaron en L’Equipe, no está permitido.
“Si después de marcar un gol, el árbitro se da cuenta antes de que se reanude el juego de que otra persona estaba en el terreno de juego en el momento en que se marcó el gol, el árbitro debe anular el gol. Si la persona extra era un jugador, suplente, jugador sustituido, expulsado u oficial del equipo que marcó el gol, el juego debe reiniciarse con un tiro libre directo desde el lugar donde se encontraba la persona extra”, argumentaron citando el reglamento de la FIFA.
Lo concreto es que nada de eso sucedió y Argentina terminó levantando su tercera Copa del Mundo que desató la algarabía y el festejo al otro lado de la cordillera donde celebraron durante toda la tarde y buena parte de la noche.